La novela que está protagonizando Novak Djokovic está lejos de terminar. Luego de que las autoridades fronterizas australianas cancelaron el visado de entrada al país del tenista, horas después de que el número 1 mundial quedase retenido a su llegada a Melbourne, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha catalogado la situación como "maltrato" al deportista. "Toda Serbia está con él y nuestras autoridades están estudiando todas las medidas para que este maltrato al mejor jugador de tenis del mundo acabe cuanto antes", dijo en un mensaje en Instagram el mandatario.De ser finalmente deportado, Novak Djokovic se quedaría sin la posibilidad de jugar, a partir del 17 de enero, el Abierto de Australia, donde buscaba su 10º título y batir el récord de Grand Slams que ahora comparte con Roger Federer y Rafael Nadal (los tres con 20).El serbio, que en el pasado se mostró reticente a vacunarse contra el COVID-19 y se ha negado repetidamente a confirmar si se inoculó, había obtenido una "derogación médica" para poder participar en el primer Grand Slam de la temporada, torneo que ha conquistado en nueve ocasiones.Esto provocó el rechazo de la prensa, de la población e incluso de la clase política australiana, que acusaron a sus responsables de trato de favor hacia el serbio."El señor Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y su visa fue cancelada", anunció en un comunicado la Fuerza Fronteriza de Australia."Los no ciudadanos que no tengan una visa de entrada válida o cuya visa haya sido cancelada serán retenidos y expulsados de Australia", añadieron las autoridades fronterizas.El tenista fue retenido en el aeropuerto durante la noche, pero fue trasladado junto al resto de su equipo el jueves temprano.No está claro si será deportado durante la jornada o si quedará recluido en cuarentena durante una eventual batalla legal contra la cancelación del visado.Varios medios locales australianos aseguran que los abogados de Djokovic tratarán de revertir la decisión.JL