El amaño de un partido de Segunda División, destapado por la Policía Nacional en una operación contra estas prácticas en el futbol, llegó a disparar las apuestas, hasta el punto de que el volumen de dinero por ellas llegó a ser hasta 14 veces más elevado al normal.Así lo ha puesto de manifiesto la Policía en un comunicado donde da cuenta de la Operación Oikos que se está llevando a cabo, en la que se prevén 11 detenidos, algunos de ellos jugadores, y nueve registros en diferentes puntos de España.A los detenidos en esta operación, dirigida por un juzgado de la ciudad norteña de Huesca, se les atribuyen los delitos de “amaño deportivo”, blanqueo de capitales y organización criminal.Entre los arrestados, según fuentes próximas a la investigación, figuran varios futbolistas, entre ellos el ex jugador del Real Madrid Raúl Bravo, y Borja Fernández, del Real Valladolid y quien se retiró recientemente tras jugar las dos últimas temporadas en el equipo pucelano y ser su capitán.También han sido arrestados Carlos Aranda, ex jugador de varios equipos de Primera División; Íñigo López, jugador del Deportivo de La Coruña; Agustín Lasaosa, presidente de la Sociedad Deportiva Huesca, y Juan Carlos Galindo Lanuza, jefe de los servicios médicos del mismo club.La investigación, según la nota de la Policía, ha precisado que el partido de Primera amañado fue el disputado esta misma temporada en el Estadio José Zorrilla entre el Valladolid y el Valencia, que perdió el local por 0-2.El de Segunda fue uno entre el Huesca y el Nástic de Tarragona y su amaño tuvo una fuerte incidencia en las apuestas al registrar las casas un volumen de dinero hasta 14 veces más elevado al normal para esta División.Según la Policía, la manipulación de los encuentros se realizaba en varias fases. En la primera se seleccionaban los partidos, bien del inicio de la Liga o de su final.Después, se realizaba la apuesta intentando “pactar” apuestas combinadas -resultados parcial y final, resultado final y córners, por ejemplo), lo que les permitía incrementar notablemente los márgenes de ganancia.Asimismo, llevaban a cabo un proceso de captación, con una primera aproximación de “tanteo” a algún miembro de la plantilla, preferiblemente a uno de los capitanes.Una vez aceptado el amaño, el pago a los jugadores implicados se producía siempre en metálico y en dos fases: una previa al encuentro y otra una vez producido el resultado pactado.La Policía Nacional dijo que lanzó la operación para arrestar a 11 personas en redadas en diferentes localidades en el país por arreglo de partidos, lavado de dinero y participación en actividad delictiva. Entre los detenidos hay jugadores de la Primera División del futbol español, otros que jugaron previamente pero que ya están retirados, jugadores activos de Segunda División y presidente y ejecutivos de clubes.La investigación es conducida por una corte en Huesca, una pequeña ciudad en el Noreste de España. Imágenes mostraron a policías realizando una operación en la sede del club del mismo nombre, que se fue al descenso esta campaña tras jugar en la Primera División por primera vez.Huesca dio a conocer una declaración en la que negó haber cometido violaciones y dijo que la pesquisa judicial en la ciudad no estaba dirigida al club. Valladolid, también nombrado en la prensa española por presuntamente tener a uno de sus jugadores arrestados, también emitió una declaración negando involucramiento. El club pidió una investigación exhaustiva de los involucrados.
