Los Texans de Houston estaban en desventaja cerca del final, contemplando una segunda derrota seguida tras una racha de nueve victorias. Deshaun Watson no tiró la toalla.El sereno y habilidoso quarterback lanzó un pase de touchdown de 14 yardas a DeAndre Hopkins cuando faltaban 2:15 para el final, y los Texans le dieron la vuelta al marcador para vencer ayer 29-22 a los Jets de Nueva York.“No me sorprende que pueda mantenerse calmado en esas situaciones”, dijo Hopkins sobre Watson. “Lo ha hecho en partidos importantes en su carrera. Desde el costado de la cancha, todo el mundo estaba tranquilo. Nadie entró en pánico”. Y nadie estaba más tranquilo que Watson.“Nunca doy por acabado el partido”, dijo. “Nunca renuncias a las jugadas. Salgo con el balón en mis manos, asumo la responsabilidad y lidero al equipo a la victoria. Lo he hecho durante toda mi vida”.Luego que Sam Darnold y los Jets se adelantaron por primera vez en el partido tras el acarreo de dos yardas para touchdown de Elijah McGuire, Watson y los Texans (10-4) replicaron de inmediato.Un holding señalado al esquinero Morris Claiborne en tercera oportunidad prolongó la posesión, y Watson completó pases de 20 y tres yardas con Demaryius Thomas y de 7 yards con Hopkins para llegar a la 14 de Nueva York. Acto seguido, Watson ubicó a Hopkins moviéndose por el lateral izquierdo y soltó un pase con el que el receptor logró quedarse.“No hay otro quarterback en este universo que preferiría salvo él”, dijo Hopkins. El gol de campo de 40 yardas de Ka’imi Fairbairn puso el marcador 29-22 con 54 segundos por jugar.Darnold y los Jets (4-10) tuvieron otra oportunidad para empatar, pero Houston resistió.“Ante un equipo tan excelente como los Texans, conseguir esa victoria hubiera sido fenomenal”, dijo Darnold. “Pero nos quedamos cortos”.