De la risa a la lágrima, así es como se pueden describir muchos de los encuentros que la Selección Nacional de futbol ha disputado en los últimos tiempos cuando le da por visitar al vecino país del Norte con la intención de enfrentar a cualquier rival que se encuentre en el camino, en aras de prepararse para algún torneo y preferentemente cuando no es Fecha FIFA.Conocidos tristemente como “partidos moleros”, los juegos que el Tricolor ha protagonizado en fechas en las que no es obligatorio suspender la Liga y llamar a todos tus hombres disponibles, han ido de lo sublime a lo ridículo con marcadores de escándalo o derrotas inverosímiles que le han borrado la sonrisa a los miles de mexicanos que radican en los Estados Unidos y que, como es costumbre, cada año gastan una buena cantidad de dólares para ver al equipo que los representa. Hoy, que el Tricolor presume una gira europea ante rivales clasificados al Mundial de Rusia, hacemos un recuento de partidos que pasaron los límites de “moleros”, como alguna vez bautizara a estos duelos de ínfimo nivel un molesto Ricardo Ferretti, quien se sentía perjudicado por los llamados a Selección de sus jugadores para un encuentro de estas características.La Copa del Mundo de Japón-Corea 2002 se acercaba y a los dirigentes del futbol mexicano les pareció de buen gusto armar un encuentro amistoso ante la Selección de Albania, debido a que jugaban “parecido” al equipo de Croacia, uno de los rivales del Tricolor para aquella justa mundialista.Nada resultó como estaba planeado. El conjunto albanés llegó a San Diego, donde se llevó a cabo el encuentro, sin saber cuál era su hotel, sin viáticos y con un equipo lleno de jugadores que militaban en la Segunda División de su país. Al final de cuentas, el resultado terminó por favorecer a México por cuatro tantos a cero, en un encuentro que dejó risas en la tribuna por la casi nula técnica de los europeos.Sin nada en juego y por puro gusto, México visitó Nueva York en 2003 para medirse ante la Selección de Perú en encuentro amistoso. El conjunto mexicano llegaba a este encuentro con un Ricardo La Volpe recién estrenado como director técnico del Tricolor, por lo que el morbo era mucho en los espectadores. Nada salió como se esperaba y el conjunto peruano terminó por quedarse con la victoria por marcador de 3-1.Lo curioso del encuentro fue que se suspendió por espacio de 10 minutos, debido a una bronca entre ambos equipos derivada por un puñetazo por la espalda de Omar Briseño a Claudio Pizarro. Por si esto fuera poco, unos días después de la derrota ante los incas, la Selección mexicana apareció de manera sorpresiva en el cuarto lugar del ranking mundial emitido por la FIFA.Torreón fue la sede de uno de los encuentros más recordados para una Selección mexicana, pero no para bien.Previo al Mundial de 2010, el equipo nacional montó una serie de encuentros amistosos entre los que se incluía enfrentar a Corea del Norte en el Estadio Territorio Santos de la Comarca Lagunera. Para tristeza de propios y extraños, el conjunto norcoreano ni siquiera tuvo tiempo de reconocer el terreno de juego, ya que llegó tarde a suelo mexicano y para no variar sufrieron el robo de los únicos uniformes con los que habían viajado, por lo que una marca mexicana tuvo que adecuar un modelo y regalárselos para que disputaran el encuentro ante México. El marcador de este juego terminó 2-1 a favor de los aztecas, sin embargo, Guillermo Ochoa fue el blanco de burlas al equivocarse en el gol de los asiáticos.El Mundial de Brasil 2014 estaba por comenzar y México disputaba sus últimos encuentros de preparación para encarar una nueva aventura mundialista, por lo que visitó la ciudad de Arlington para medirse al equipo de Ecuador en el Estadio de los Vaqueros de Dallas.Poco importó el marcador de 3-1 a favor del equipo mexicano, ya que aquella tarde del 31 de mayo quedó en la memoria de los aficionados por una terrible lesión del mexicano Luis “Chapo” Montes y el ecuatoriano Segundo Castillo, quienes en la disputa por el balón terminaron chocando. El resultado de este encontronazo fue el peor para ambos equipos, ya que Montes y Castillo no pudieron participar en la Copa del Mundo.Durante la Eurocopa de 2016 hubo un equipo que robó el corazón de todos: la Selección de Islandia. Sin embargo, esto no fue lo que pensaron los más de 50 mil aficionados que presenciaron el primer amistoso del conjunto mexicano en este 2017, ya que fue más lo que se habló de este encuentro que el espectáculo en la cancha, que realmente no cumplió con las expectativas.Las Vegas fue el escenario que recibió a estos equipos, pero la sorpresa fue mayúscula para los mexicanos, ya que el equipo europeo no contaba con ningún jugador conocido y los jóvenes islandeses tenían una edad que no superaba los 23 años. Pese a esto, el combinado azteca terminó por ganar con apuros el encuentro por marcador de 1-0 con anotación de Alan Pulido. Este duelo sí que cumplió con el calificativo de “molero”.
