Cruz Azul es campeón de México. La oración completa tiene seis palabras, y son justo esas las finales que tuvo perder La Máquina para poder vivir este momento.Cualquiera que escuche el dato podría intuir que se trata de un equipo perdedor, sin embargo los cementeros son el ejemplo perfecto para explicar por qué el futbol es el deporte más lindo del planeta.Lejos de ser un juicio exagerado, lo anterior cobra sentido leyendo las palabras de Martín Caparrós: “en el fútbol estás fracasando todo el tiempo. Lo que quieres es hacer un gol: fracasas, fracasas, fracasas, y en algún momento eventualmente lo consigues. Y es maravilloso conseguir aquello para lo que has fracasado tanto”.Esto fue dicho en alguna ocasión por el argentino, y aunque Cruz Azul no le pasara siquiera por el subconsciente, hoy esas palabras del escritor quedan perfectas para describir lo hecho por Cruz Azul, escuadra que logró coronarse esta noche después de vencer a Santos en la Gran Final del futbol mexicano.El marcador en el Azteca fue de 1-1, pero el global (2-1) terminó por favorecer a un equipo celeste que venía de fracasar en 1999, 2008 (Clausura y Apertura), 2009, 2013 y 2018.Durante el juego los fantasmas aparecieron con el gol que Diego Valdés marcó para Santos al minuto 37, pero lejos de matar el alma de Cruz Azul, ese tanto levantó a una Máquina que para la complementaria consiguió el gol del título en los botines de Jonathan Rodríguez.En un tiro de esquina que terminó en contragolpe al 50’, el “Cabecita” llegó al área lagunera para fusilar a Carlos Acevedo, y a pesar de su pasado santista, no se limitó a la hora de cantar el gol con el que selló la novena estrella de Cruz Azul.Retomando lo dicho por Caparrós, el futbol es el deporte más importante del mundo debido a que está estrechamente ligado al fracaso, y así como le pasó a Cruz Azul, siempre es glorioso dejar de fracasar.LS