El técnico Óscar Ramírez dio ayer su penúltima conferencia de prensa en la Copa Mundial Rusia 2018, de cara al encuentro ante Suiza, donde dijo estar dolido y molesto por haber incumplido su deseo de dar alegrías a Costa Rica.Ramírez dirigirá este miércoles el último encuentro mundialista en Rusia, porque el conjunto “Tico” ya se encuentra eliminado, tras perder 1-0 ante Serbia y 2-0 contra el pentacampeón del mundo Brasil, y esto le generó una lluvia a críticas y hasta amenazas de muerte.“Me siento molesto y dolido porque quería dar alegrías a mi país”, expresó ayer y argumentó que a Costa Rica le tocó un grupo muy difícil, el E, y eso también se debe analizar, y aseguró que nunca pensó en renunciar durante el Mundial.Óscar Ramírez dedicó gran parte de la conferencia para aclarar cuestiones personales, al enfatizar que “no soy de dejar las cosas botadas” y lamentó que sus críticos jueguen con su obesidad, que no sabe hablar inglés y con su dignidad.“Me siento orgulloso de ser lo que soy y de poder dirigir en una Copa a la Selección de mi país. En este partido queremos salvar el Mundial”, enfatizó, en clara alusión de triunfar este día.