Sergio "Checo" Pérez no defraudó a los más de 100 mil aficionados que se dieron cita en Paseo de la Reforma para participar en el Red Bull Showrun, evento en el que rodó por las calles de la Ciudad de México en el RB7, el monoplaza con el que la escudería consiguió el campeonato de constructores en 2011.En una demostración de automovilismo puro, el evento reunió a grandes representantes mexicanos, más allá de Pérez, participaron Mateo García, Memo Rojas Jr. y el campeón de Rally, Benito Guerra.Pérez pudo sentir el cariño de la afición mexicana que desde temprana hora, algunos desde la madrugada de este miércoles, se presentó para participar en la fiesta.El tapatío les entregó una demostración del poderoso motor V8 mientras circulaba desde la Diana Cazadora hasta el Ángel de la Independencia, recorrido que completó en cuatro ocasiones distintas. Además, para el deleite de los aficionados dejó su marca en las calles haciendo unas donas que levantaron humo y el ánimo de los presentes.Además del sonido de los motores, los aficionados pudieron disfrutar del mariachi que llegó para cerrar el evento entonando el "Cielito Lindo".Pérez bajó del monoplaza para dirigir unas palabras a las personas a quienes les volvió a agradecer por el apoyo:"Es increíble. No tengo palabras para agradecerles el cariño y el apoyo. ¡Que viva México!".Al terminar el evento, los gritos de "Checo, Checo" se escuchaban casi tan fuerte como el motor del RB7 a través de la Avenida Reforma, mientras los aficionados ondeaban banderas, se quitaban las cachuchas e incluso sacaban bengalas de humo para demostrar su apoyo al tapatío que, el próximo domingo 7 de noviembre, buscará subir al podio en el Autódromo Hermanos Rodríguez.OF