Las ganadoras a entrenadora y jugadora del año, Sarina Wiegman y Aitana Bonmatí, respectivamente, aprovecharon el espacio de la ceremonia del sorteo de la Champions League para pronunciarse ante la complicada situación que sigue con vida entre Luis Rubiales y Jenifer Hermoso, la cual no ha tenido resolución a pesar de la presión mediática y social que se ha ejercido sobre el presidente de la Real Federación Española de Futbol. Por un lado, a pesar de que la Selección Inglesa cayó en la final del Mundial Femenino ante las españolas, Wiegman reconoció abiertamente la calidad futbolística de La Roja, dedicándoles el premio y, además, se dijo dolida por los hechos acontecidos. "Todos sabemos los problemas de la selección española y estoy realmente dolida como entrenadora y madre de dos hijas. El futbol femenino ha crecido mucho, pero todavía queda mucho camino por delante y en la sociedad. Quiero dedicar este premio a la selección española, el equipo que jugó un futbol increíble que todos disfrutamos. Este equipo merece celebrar, y merece ser escuchado", expresó Sabrina. Mientras que Bonmatí, reconoció que el futbol español femenino está atravesando por un momento difícil, a pesar de que son las actuales campeonas del mundo. También dedicó su premio, especialmente a Jennifer Hermoso, y dijo que como sociedad no podemos permitir los abusos de poder. "No estamos viviendo unos buenos momentos en el futbol español, venimos de ganar el Mundial, pero no se está hablando mucho de ello porque han pasado cosas que no me gustarían dejar pasar. Como sociedad no podemos permitir el abuso de poder en una relación laboral, así como faltas de respeto. Se lo dedico a Jennifer Hermoso y a todas las mujeres que sufren lo mismo. Estamos con vosotras", mencionó.OF