Ver a José Saturnino Cardozo como socio de Chivas aún es difícil para cualquiera. Basta con entrar a internet y escribir su nombre para darse cuenta de que su imagen sigue ligada a Toluca, esto muy a pesar de que ya se han ido los años desde que dejó a la institución choricera.Al buscarlo en internet se le encuentra, mayormente, vestido de rojo y con la lengua de fuera festejando algún gol, con una barba y bigote que le daban aspecto de diablo, que lo hacían lucir atemorizante como en aquellos días en donde tantas veces venció la meta de Oswaldo Sánchez.Por lo anterior es que hoy es raro verlo en Verde Valle. Es su segundo día al mando del equipo y aún se le observa con una mueca de felicidad/incredulidad que no puede ocultar por más que así lo quisiera.Inspirado por este nuevo reto, Cardozo anda de un lado a otro, recorriendo cada centímetro de su “nueva casa”. Ve a sus muchachos calentar al fondo de la cancha y saluda a los trabajadores del club. Entonces, por unos minutos, el “diablo mayor” se ausenta para entrar a los vestidores.Sin él en la cancha, es Ezequiel Barril quien da las indicaciones. El preparador físico se esmera en hacer que nadie extrañe a Guido Bonini y su voz retumba en el club cada que da una indicación a sus futbolistas.A la par, Jesús Alfaro, nuevo entrenador de porteros, es quien lleva el entrenamiento de Raúl Gudiño, Miguel Jiménez, Antonio Torres y Carlos Saldaña, todos y cada uno de ellos buscando un lugar en el puesto que Rodolfo Cota dejó vacante con su salida a León.Pasados unos 20 minutos José Cardozo vuelve a la cancha y el equipo comienza sus actividades con un interescuadras en espacios reducidos. Gudiño, Josecarlos Van Rankin, Jair Pareira, Carlos Salcido, Edwin Hernández, Isaac Brizuela, Orbelín Pineda, Michael Pérez, Carlos Cisneros, Alan Pulido y Ángel Zaldívar vuelven a figurar en el que sería el equipo titular del estratega.A unos metros de la cancha se encuentra el hombre más polémico de los últimos tiempos en la cúpula rojiblanca: José Luis Higuera. El CEO del Grupo Chivas Omnilife no pierde detalle de lo que ocurre.Una vez concluido el trabajo, Cardozo se da tiempo para platicar con Benjamín Galindo Jr., Michael Pérez, Brizuela y Cisneros. En poco tiempo termina la charla y los futbolistas se enfilan a las duchas para después partir a Mazamitla, lugar donde llevarán a cabo su pretemporada.Ante el asombro, novedad e incredulidad que ha generado el arribo de Cardozo, Chivas ya ha iniciado una nueva era en la que tiene de frente tres competencias en un solo semestre. Ahora, pese a todo, el Rebaño puede presumir que el Diablo juega de su lado. RR