El quarterback retirado Brett Favre contó que tuvo que internarse en tres centros de rehabilitación durante su ilustre carrera que lo llevó al Salón de la Fama de la NFL, a fin de luchar contra su adicción a los analgésicos y el alcohol.Entrevistado por la revista Sports Illustrated, Favre dijo que llegó a tomar hasta 14 píldoras del opiáceo Vicodin de una sola vez, durante la temporada de 1995 en Green Bay. En aquella campaña, Favre ganó el primero de sus tres premios consecutivos al Jugador Más Valioso de la NFL.“Es realmente increíble, cuando lo recuerdo, lo bien que jugué ese año”, dijo Favre. “Fue un año en que gané el Jugador Más Valioso. Pero en aquel año, cuando me despertaba en la mañana, mi primer pensamiento era “debo obtener más píldoras”.Favre comentó que sus problemas con los analgésicos lo llevaron a internarse 28 días en un centro en Rayville, Louisiana, a comienzos de la década de 1990. Agregó que pasó el mismo periodo en rehabilitación de alcoholismo en 1998. Además, el reportaje menciona una estadía de 72 días en un centro de Kansas City, a mediados de la misma década, para romper la dependencia del Vicodin.“Cuando bebía, lo hacía en exceso”, reconoció Favre. “Así que, cuando fui por segunda vez a ese lugar en Kansas, recuerdo claramente que peleé con ellos. Me decían que el alcohol era la droga mediante la que yo me escapaba”.Mediante un portavoz, los Packers se negaron a emitir comentarios sobre estas revelaciones.Favre jugó en la NFL de 1991 a 2010, y se le exaltó al Salón de la Fama en 2016.