Conforme los atletas se hacen más grandes, fuertes y rápidos que antes, las conmociones -causadas por colisiones violentas- se han convertido en una problemática para el futbol americano en todos los niveles.Las conmociones pueden ocurrir cuando el cerebro se mueve adentro del cráneo por un impacto o un “latigazo cervical”. En un intento por reducir el riesgo, la NFL y el Sindicato de Jugadores han enlistado los cascos considerados con la mejor seguridad y otros que se prohibieron por su antigüedad y su carencia de elementos para reducir los impactos entre jugadores.A pesar de eso, el receptor de los Raiders, Antonio Brown, está obsesionado con utilizar el Schutt Air XP, un casco que fue popular entre equipos pertenecientes a programas juveniles.Brown declaró que si la NFL no le permitía usar su casco de la vieja escuela, se retiraba. Ahora, deberá decidir si, como adelantó, deja la Liga o escoge alguno de los 20 modelos que están elegibles.El quarterback Tom Brady es otro afectado por la prohibición de modelos. La figura de los Patriots es un enamorado del Ridell VSR4, que se empezó a utilizar hace 25 años, pero que en estudios realizados por la Universidad de Virginia, es el que menos protección brinda.Brown dice que los nuevos cascos interfieren con su visión y hacen que sea más difícil atrapar el balón. Los Raiders han intentado enviarle cascos aprobados por la Liga, pero hasta ahora se ha negado a usarlos.De todos los deportes, el futbol americano representa la mayor incidencia de conmoción cerebral en los Estados Unidos debido a la gran cantidad de golpes por la naturaleza de esta disciplina.El quarterback de Nueva Inglaterra declaró que a pesar de no sentirse cómodo no tuvo otra opción que cambiar de casco. En total, 32 jugadores se mantenían hasta la campaña pasada utilizando el Ridell VSR4, entre ellos Tom Brady y Aaron Rodgers, estrellas de la NFL.