Ya les gustó empatar sin goles. Primero ante Mazatlán, luego ante León y ahora ante los Xolos. El estadio Jalisco fue testigo de uno de los espectáculos más decepcionantes de la temporada en la Liga MX. Atlas y Tijuana firmaron un aburrido y desesperante 0-0 en un partido sin chispa, creatividad ni el mínimo indicio de futbol ofensivo.Apenas 10 mil 759 aficionados se presentaron en el Jalisco, y no es para menos: el equipo rojinegro demostró una vez más su incapacidad de conectar con su afición, que merece mucho más que lo que esta directiva, jugadores y cuerpo técnico ofrecen.El técnico Beñat San José parece haberse empeñado en despojar al Atlas de cualquier ambición ofensiva. Mandó a un equipo sin delanteros naturales, dejando a Eduardo Aguirre y Leonardo Flores en la banca, y ni siquiera inscribió a Djuka para el encuentro. ¿El resultado? Más de 100 minutos sin un solo disparo a puerta. Jesús Serrato, un joven sin experiencia, quedó solo en la delantera, sin apoyo, sin opciones y sin rumbo.Si Atlas no perdió fue gracias a la heroica actuación de su arquero, Camilo Vargas, quien salvó al equipo de la derrota con al menos cuatro atajadas cruciales. Sin embargo, depender exclusivamente de su portero ya no es suficiente para ocultar las graves carencias de este equipo.Para colmo, el capitán Aldo Rocha se retiró lesionado tras un choque con Matheus Doria. El infortunio parece una constante en este equipo sin dirección, sin plan y, lo más grave, sin respeto por sus seguidores. La afición de Atlas no merece este espectáculo paupérrimo. La directiva y el cuerpo técnico deben replantearse el rumbo del equipo, o corren el riesgo de seguir condenando a sus hinchas a noches tan infames como esta.Ahora, la preocupación para la comunidad rojinegra irá en aumento, ya que en la parte final del Apertura 2024 deberán enfrentar a rivales como Monterrey, Cruz Azul y Necaxa y de paso obtener buenos resultados, si es que quieren clasificar al menos al play-in.PorteroDefensasMediosDelanterosDT. Beñat San JoséPorteroMediosDelanterosDT. Francisco Londoño