Vende bebidas a las afueras del Jalisco, les llama "Chiva Rusas", y a pesar de que su giro incluye la venta de alimentos, él prefiere trabajar con el torso desnudo.Quizá es por el fuerte calor o por lucir los tatuajes que tiene repartidos por el cuerpo, pero entre tanta tinta el diseño que llama la atención es un escudo de las Chivas que aún arde sobre su piel debido a que se lo hizo apenas esta semana.Su nombre es Hugo, pero prefiere que le digan "Chuko", y aunque tuvo que invertir cerca de 2 mil pesos para tatuarse la insignia del Club Deportivo Guadalajara, él prefirió eso a comprarse la camiseta del equipo debido a que no le gusta el color rojo.Cualquiera podría pensar que su animadversión por ese color se debe a que lo comparte con el Atlas, sin embargo el contexto es mucho más profundo, pues durante su paso por los Estados Unidos hace algunos años, Hugo perteneció a la pandilla de los Crips, misma que se identifica con el color azul y que es antagonista de los Bloods, quienes llevan como insignia un paño rojo.Debido a esto es que prefiere no portar la indumentaria del Rebaño, y el único rojo que permite es el de sus hombros quemados por el sol y el de su tatuaje recién hecho hace algunos días.Como muestra de su pasado, Hugo luce también un tatuaje de los Dodgers de Los Ángeles junto a su ojo izquierdo, y a pesar de que un día fue parte de una pandilla en los Estados Unidos, hoy se encuentra apoyando a Chivas a las afueras del Estadio Jalisco.JL