La locura que ocasiona ser campeón. Los rojinegros celebraron con su afición la obtención de su segundo campeonato en su historia con un desfile que comenzó en el Parque Rojo y que finalizó en la Glorieta de los Niños Héroes en compañía de miles de eufóricos aficionados.Al filo de las 17:00 horas, el autobús descubierto que traía a los nuevos monarcas hizo su aparición y la locura se desató: Hubo porras de todo tipo, así como vítores de "campeón, campeón".Arriba del escenario, todos los jugadores fueron ovacionados cuando eran nombrados, sobre todo el cancerbero Camilo Vargas y el delantero Julio Furch, quienes al tomar el micrófono sólo necesitaron gritar "campeón" para que los miles y miles de presentes en la Glorieta estallaran en júbilo.JM