Día difícil para Oribe Peralta, quien terminó consolado por el cariño del rival.A los 63 minutos y con dos goles en contra, Peralta hacía su debut como jugador rojiblanco en la Liga MX. Enorme contraste al toparse con la lluvia de aplausos desde la tribuna, pese a que el marcador terminaría 3-0, y su aparición de poco ayudó."Donde sea que estoy, encuentro gente de Torreón que me da muchas palabras de aliento, es recíproco el cariño, quiero agradecerles el cariño", dijo el delantero que vivió sus mejores años como jugador en La Comarca.Eso sí, el "Cepillo" se dio tiempo de hacer a un lado el sentimentalismo de su gente, para advertir a los del Rebaño, en plena inauguración del torneo, que "de seguir así, seguro que no entramos a la Liguilla".OA
