Convencido de que las Artes Marciales Mixtas son una disciplina que puede disfrutarse dentro de un ambiente familiar, el entrenador Gabriel Toussaint, del gimnasio Samurai Fight Center, se ha propuesto fomentar la práctica de este deporte en condiciones amables y atractivas para toda la familia.Debido a lo anterior es que desde hace un año la organización deportiva de Toussaint se reúne con otros gimnasios de la ciudad con el único afán de medirse entre ellos en un ambiente lleno de deportivismo y legalidad.“Hoy tenemos a niños peleando aquí y mañana van a estar perfectamente desayunando con sus papás, sin ninguna lesión. Cuando yo peleaba no podía invitar a muchos familiares porque las peleas siempre eran en un bar, sin menores, con alcohol y cigarros. Por eso yo traté de hacerlo familiar y ha funcionado".“Esta fue una idea que nació con la finalidad de fomentar este deporte en su etapa amateur. No queríamos hacerlo de forma masiva, porque eso se presta a que otros gimnasios mientan y lleven alumnos más avanzados a donde no deben de estar. La realidad es que nos hemos aliado con gimnasios muy honestos”, compartió Toussaint, quien además es el coordinador de Artes Marciales Mixtas en Jalisco.Si bien las Artes Marciales Mixtas han cobrado protagonismo en los últimos años, una parte de la afición “tiene una imagen incompleta o equivocada” de esta disciplina, en donde “no todo es soltar golpes”.Así lo explica Toussaint, quien aseguró que se requiere de mucha inteligencia para poder salir airoso en una pelea de este deporte que combina diversas artes marciales con el boxeo.“Si eres agresivo te va a gustar, pero si eres inteligente también, porque implica muchísimas cosas. Cuando te metes al ring te das cuenta que sí tienes que pensar, hay mucho qué coordinar y analizar. Una pelea inteligente es una pelea ganada”, finalizó ToussaintDentro de estas competencias sabatinas y mensuales, uno de los gimnasios invitados es el Lobo Gym, que es propiedad de la familia de Alexa Grasso, peleadora tapatía con experiencia en la UFC.
