El Clásico Nacional es un partido que desata pasiones, un enfrentamiento muy esperado por los fanáticos del futbol, incluso más allá de los propios aficionados a los equipos. Considerados de los más emocionantes del campeonato mexicano, los partidos América vs Chivas han dejado recuerdos para la historia, algunos de ellos en las fases finales en las que la grandeza de uno ha dominado al otro para dejarlo fuera en el camino al título.Fue la tarde del 22 de mayo cuando América y Chivas se enfrentaron en la cancha del Estadio Azteca, en la vuelta de las semifinales de la temporada 1982-1983. Todo parecía a favor del conjunto local, sin embargo, los rojiblancos sacaron la casta y con un fatídico 3-0 dieron la vuelta al marcador; no obstante, desde que inició el juego, este se se había tornado ríspido y con varios conatos de bronca.Fue en el minuto 88 cuando se desató una batalla campal, luego de que Roberto Gómez Junco se burlara frente a la banca del América y provocó la reacción de todo el conjunto azulcrema, incluyendo al preparador físico Hugo de Anda, quien se lanzó a los golpes contra los jugadores rojiblancos, ocasionando un pleito físico de todos contra todos durante casi 20 minutos.Patadas, puñetazos, cabezazos; todo tipo de artimañas se vieron aquella tarde en la cancha del coloso de Santa Úrsula, además de la frustración del equipo americanista por las burlas de los tapatíos."Toda grandeza que el América había demostrado en el campeonato mexicano, se derrumbó este mediodía en el Estadio Azteca, al ser derrotado por tres goles a cero por el Guadalajara (marcador global 4-2), en un partido que se recordará por muchos años ante los penosos incidentes y broncas que se suscitaron en la cancha y se reflejaron lamentablemente, en las tribunas", se lee en la edición impresa del 23 de mayo de 1983 de EL INFORMADOR, en la crónica que daba cuenta del partido.Tras el pleito, el entonces estratega americanista Carlos Reinoso dijo sentirse tranquilo y no triste, aunque su rostro lo reflejaba. "Me a pena el futbol mexicano, y hará el ridículo al contar ahora con un campeón como Guadalajara o Puebla", reaccionó.La nota de un día después recoge que los insultos, similares a los que había hecho Reinoso a los jugadores de Chivas, de camino a los vestidores en el primer tiempo, no acabaron. "Será un ridículo la final", sentenciaba.Además, resalta que "El ambiente que se sentía en el vestidor del América era tenso, sólo el ruido del agua que salía de las regaderas imperaba, o los flash y el clic de las cámaras fotográficas interrumpían el silencio"."Salieron a golpear, no a jugar futbol", dijo Reinoso, tras la bronca y luego de la derrota de las Águilas.Alberto Guerra, quien entonces era el entrenador de Chivas, dijo que "en un partido de esta naturaleza los ánimos se alteran, pero el América después del tercer gol ya nada tenía que hacer y por ello buscó golpearnos. No es culpa sólo de los jugadores, sino de la actuación del árbitro"."La eliminación del América es un triunfo del futbol mexicano, porque no hay extranjeros en el equipo y el entrenador también es mexicano", dijo por su parte el exdefensa rojiblanco Fernando Quirarte. "Fue difícil el triunfo por el marcador adverso del primer juego, pero tenemos confianza en que este sólo ha sido un paso a la final y espero que después de trece años el Guadalajara logre un título".Aunque no ocurrió así. Chivas tuvo que esperar, ya que una semana después Puebla lo sorprendió y se proclamó campeón de la Liga mexicana por primera vez.OF