En silencio, así llegó el América a la ciudad de Guadalajara, donde ya lo esperaban al menos cien aficionados en el aeropuerto y otra cantidad mayor, en su hotel de concentración. Nadie habló, en el aeropuerto tapatío se armó un operativo que rayó en lo ridículo, para que los jugadores no fueran molestados por la afición.Dos personas de América, que llegaron al aeropuerto antes que el equipo para tener todo controlado, dieron órdenes a todo mundo para que se pusieran vallas, toda la seguridad del aeropuerto estuviera cuidando y hasta la Policía Federal participó en el operativo.Los jugadores salieron en algunos casos corriendo, como Oribe Peralta, haciendo caso omiso al llamado de la gente que le pidió una foto o la firma del recuerdo; el único elemento que se paró a atender cuantas veces fue necesario, fue Pedro Arce.El técnico Miguel Herrera, salió también a paso veloz del aeropuerto para abordar el autobús, que los llevó al hotel de concentración, donde los estaba esperando una porra, la cual estuvo alentando con cantos desde la llegada.Cabe mencionar, que en el avión que viajó América, también lo hicieron Amaury Vergara, quien estuvo en la reunión de la Federación Mexicana de Futbol, junto a José Luis Higuera, a quien se le conoce por su pasado americanista declarado en fotos, precisamente en un Clásico nacional.LS
