Inspirándose con la casaca amarilla, Julian Alaphilippe resistió el embate del campeón reinante Geraint Thomas para estirar su ventaja al frente de la clasificación general al ganar el viernes la única contrarreloj individual de este Tour de Francia, una victoria que da más fuerza a la ilusión de los franceses de que podrá llegar de amarillo a París el último fin de semana.Alentado por sus eufóricos compatriotas a los costados de la ruta, Alaphilippe dio la sorpresa con el margen de su victoria en el traicionero y sinuoso recorrido. Fue un rotundo despliegue de fuerza para relegar a Thomas, un experto en cronometradas, al segundo puesto, 14 segundos más lento.Todas las miradas se enfocarán en las alturas de los Pirineos, para constatar si Alaphilippe puede mantener vivo su sueño cuando el Tour ascienda el sábado al mítico puerto de Tourmalet, el primero de siete ascensos sobre los dos mil metros. Es lo más alto que el Tour ha llegado en sus 116 años de historia.OF