El estrés y la ansiedad que conlleva vivir una pandemia tendrá consecuencias para los futbolistas profesionales cuando termine el confinamiento y regresen a la competición: aumentará el riesgo de que se lesionen.“La mente del deportista tiene que estar totalmente concentrada en lo que está haciendo para no lesionarse. Hay muchos estudios sobre la afectación de la ansiedad y el estrés en las lesiones deportivas, y la incertidumbre que genera esta pandemia nos está afectando a todos. Los futbolistas también están sufriendo”, advierte el doctor Guido Castaldini, traumatólogo especializado en cirugía artroscópica.Castaldini (Bueno Aires, 1977) lleva 18 años ejerciendo en España y en su consulta privada de la Clínica Sagrada Familia atiende a personas que, “en 30 o 40%” presentan patologías traumatológicas relacionadas con la práctica deportiva.Estos días han aumentado los pacientes “con dolores articulares y musculares” a causa del confinamiento: “Durante la cuarentena, la gente practica más deporte e intenta adaptar sus rutinas físicas a la falta de espacio. Muchas veces, sin el material adecuado y haciendo ejercicios que no habían hecho nunca antes”.Así aparecen las famosas tendinitis, aunque no es el caso de los futbolistas profesionales, pautados por médicos, dietistas y preparadores físicos, para que mantengan la forma durante el estado de alarma de la manera más adecuada.El doctor Castaldini advierte, no obstante, que la emergencia sanitaria “no son unas vacaciones, donde el futbolista puede realizar alguna actividad física y recreativa al aire libre y goza de descanso psicológico”. Al contrario, el confinamiento les dejará secuelas.“Las dificultades a las que tendrán que enfrentarse los jugadores de futbol profesional después del confinamiento se dividen en tres partes: la física, el nivel osteomuscular que van a tener por haberse entrenado en sus casas; la técnica, que es la falta de contacto con el balón, de espacios y de juego con sus compañeros; y una muy importante que es la psicológica, derivada de la ansiedad que ha creado la pandemia y que puede repercutir en posibles lesiones al regreso de la competición”, detalla.Este traumatólogo argentino apunta que “la mayoría de las lesiones de ligamentos cruzados se producen solas, sin contacto con nadie” y que prevenirlas tiene más que ver con “la autoconfianza y la absoluta concentración” en lo que el futbolista está haciendo sobre el terreno de juego que con la preparación física, que se supone óptima en un profesional.Por culpa de la pandemia, es fácil que el jugador tenga ahora la cabeza en otro sitio y ese estado de estrés y ansiedad se puede prolongar durante mucho más tiempo. “Por eso, el profesional no solamente debería volver a la actividad deportiva con una buena base física, muscular y osteotendinosa, sino también con una buena base psicológica”.Según el doctor Guido Castalidini, los futbolistas “físicamente van a regresar bien, porque se han estado entrenando, aunque de forma diferente, todas estas semanas”.Por eso, cuando vuelvan a los entrenamientos cree que “bastará con que hagan una pretemporada de tres semanas, más que nada, para volver a la dinámica de grupo y recuperar sensaciones”. Y sobre todo, insiste, será de vital importancia el trabajo de los psicólogos deportivos en la vuelta al trabajo físico y de competición.“Habrá quien regrese más afectado o menos por la pandemia y se tendrán que identificar las necesidades de cada jugador para ofrecerle una atención psicológica personalizada para evitar lesiones”, concluye. JL