Martes, 19 de Noviembre 2024

Yásnaya Elena A. Gil y las prioridades de la vida

Una compilación que invita a la reflexión de los lectores y sirve de espejo para nuestra lengua con respecto a otras lenguas

Por: El Informador

Lingüista. Yásnaya Elena A. Gil comparte su proceso literario con “Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística”. El Informador/ A. Camacho

Lingüista. Yásnaya Elena A. Gil comparte su proceso literario con “Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística”. El Informador/ A. Camacho

El libro de la lingüista -que se resiste a ser llamada escritora- Yásnaya Elena A. Gil, “Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística” (Almadía-Bookmate, 2020), es una compilación de textos ensayísticos que fue compilada por Ana Aguilar-Guevara, Julia Bravo Varela, Gustavo Ogarrio Badillo y Valentina Quaresma Rodríguez; ahora bien, estos textos fueron inicialmente escritos como colaboraciones periodísticas para la revista “Este país” pero, ahora, presentan un orden y aspecto distintos, además de adquirir significados renovados gracias al paso del tiempo, el diseño editorial y textos procedentes de sus redes sociales.

En esencia, el libro es una antología que persigue la reflexión de sus lectores en torno a su lengua, a otras lenguas y a quienes las utilizan. Los textos recopilados buscan hacer una defensa de la diversidad lingüística de nuestro país con un enfoque humanista, cuyo argumento central es que el Estado es el principal responsable de la extinción de las lenguas originarias.

Profunda colectividad

Ahora, para dar contexto al libro, detalla la autora que “empecé a escribir en la revista Este país, en su versión electrónica, en 2011. En aquella época entregaba un texto por semana sobre diversidad lingüística. Sigo escribiendo, pero más espaciado. El hecho es que de 2011 a 2015 fue semanal mi colaboración, pero mi amiga Ana Aguilar -también lingüista-, Julia Bravo, Gustavo Ogarrio y Valentina Quaresma, me dijeron que con eso se podía hacer un libro”.

En este sentido, explica Yásnaya, “yo no me metí para nada en el proceso de selección ni la curaduría, pero lo que hicieron fue muy bonito; yo escribí los textos pero ellos me regresaron un libro colectivo de una manera muy profunda, porque ellos le dieron coherencia narrativa a los textos, idearon las secciones, dieron secuencia lógica al conjunto e, incluso, eligieron artículos que yo no habría escogido”.

Sin embargo, un texto como “Las lenguas indígenas escriben su carta a los reyes magos” ha tenido una “muy amplia recepción, muy buena”, lo cual puede demostrar que el humor es posible como rasgo de estilo cuando se abordan temas muy serios; además, continúa la lingüista, “los compiladores se dieron a la tarea de leer todos mis posts de facebook y tuits, para hacer otra selección que dialoga con los textos. Por eso creo que el libro es de ellos, también (a lo que debe agregarse el diseño editorial de Alejandro Magallanes)”.

Ilusiones recuperadas

Hace seis años que se escribió el más reciente de sus textos reunidos en el libro y, comenta la autora, “después de eso me desencanté mucho con el hecho de hacer divulgación de estos temas, sentía que no era mi prioridad; yo pensaba, en un principio, que entusiasmar a las personas podría hacer que se unieran a nuestra causa y hacer algo para revitalizar las lenguas.

Y después me di cuenta que no. Así fue que me fui a mi comunidad a vivir para hacer ahí mis proyectos, con la gente que habla la lengua” (la “ayuujk”, o “mixe”, como se le llama desde el español).

Pero algo sucedió, algo inesperado, relata Yásnaya, “porque cuando el libro salió a la venta tuvo una recepción extraordinaria para este tipo de temas. Eso me devolvió un poco la confianza de que hay que hablar de estos temas y hacer divulgación. Como que volví a reconciliarme con aquella ilusión inicial”. Aunque, admite, es escéptica “de que vaya a suceder algo desde las políticas públicas”.

La prioridad

En estos términos, establece la lingüista, “mi prioridad es vivir en mi pueblo (Ayutla, en la sierra norte de Oaxaca), por eso hay ofertas de trabajo que no puedo aceptar; es un sitio pequeño, tengo una milpa y no pago renta, así que puedo escribir algunas columnas y con eso puedo vivir allá, lo cual agradezco”.

Por eso, en la medida de lo posible “trato de no salir mucho de mi pueblo”, enfatiza la autora, “me parece una lección política determinar a qué se dedica uno, y la mía -mi prioridad- es tratar de realizar mis proyectos ahí, vinculados con la lengua (u otras lenguas), sean proyectos educativos o parte de la vida asamblearia (que es muy fuerte); en fin, lo que me toque”.

Academia e investigación

Lo anterior, claro, fue resultado de “un proceso largo”, pues -dice Yásnaya- “como crecí ahí, cuando fui a estudiar no entendí las implicaciones de eso. No pensé que me cambiaría tanto. Siempre pensé en regresar pero era complicado, y me tardé mucho.

Pero tuve claro que deseaba vivir acá, porque acá está mi familia (aunque muchos me dijeron que era un suicidio académico)”.

Y sin embargo, sostiene la articulista que “estando en Ayutla puedo hacer investigación sin estar en la Academia; porque me gusta la investigación y me da libertad. Ahora, la Academia tiene cosas muy buenas, es como que te paguen por seguir estudiando pero, como todo, tiene sus limitaciones, y no era compatible con lo que yo quería, ni tengo el temple (no puedo con las fechas límites, las entregas, el SIN… esas presiones no están hechas para mi salud mental). No desprecio la academia, simplemente no tengo las aptitudes necesarias para sobrevivir en ella; me gusta pero me gusta ir a mis tiempos”.

SABER MÁS

Escritora y tuitera

 • Aunque no deja de reconocer que en el pasado reciente su actividad en redes sociales le ha ganado números seguidores, lo que Yásnaya aclara es que su “situación actual es muy particular, porque vivo en la sierra, en mi pueblo, y mi día a día se da en ese contexto; ahora, cuando abro las redes sociales (sobre todo twitter) es como llevar una doble existencia”.}

 • A eso agrega que “cuando me llaman escritora me saca un poco de onda, porque no tengo tiempo para eso, escribo en mis ratos libres y quisiera tener más, pero mis prioridades son otras”.

TOMA NOTA

Paso a pasito…

“Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística”, de Yásnaya Elena A. Gil, se encuentra ya en su segunda reimpresión y, además, está disponible ya en formato de audiolibro (grabado en su mayor parte por la autora, sobre todo los textos en lengua “ayuujk”).

MQ
 

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