La maestría del escultor español Jaume Plensa ha llegado a Nueva York, donde su obra “Voices” embellece el grandioso vestíbulo del 30 de Hudson Yards, parte del nuevo conjunto de edificios del oeste de Manhattan descrito como el mayor proyecto inmobiliario privado de la historia de Estados Unidos.Formada por once grandes esferas de acero huecas suspendidas con delgados cables del alto techo, de más de diez metros de altura, Plensa ha querido con estas piezas rendir homenaje a la diversidad cultural a la vez que insta a la unidad.Así, las piezas, que pesan entre 180 y dos mil 200 kilos, están formadas por la superposición de letras de ocho alfabetos, entre ellos el latino, el cirílico y el chino, para formar complejos trazos cuyas sombras, con la luz del Sol, quedan reflejadas en las inmensas paredes del espacio.“Las once esferas que confirman ‘Voices’ están compuestas por letras de ocho diferentes alfabetos para inspirar a la gente con la idea de que aunque venimos de muchos lugares y muchas culturas, estamos aquí como una sola comunidad”, explicó Plensa en un comunicado de Hudson Yards.El público también podrá ver la obra desde distintas perspectivas, ya que está situada sobre dos tramos de escaleras mecánicas, cuyo movimiento proporciona un cambio constante del punto de vista.El proyecto inmobiliario de Hudson Yards, compuesto por seis rascacielos, un centro comercial de siete plantas y 93 mil metros cuadrados, un nuevo colegio y un vanguardista espacio cultural, costó unos 25 mil millones de dólares, y fue dirigido, entre otros, por Stephen Ross, el presidente de la inmobiliaria Related Companies. Fue Ross el que personalmente decidió qué artistas iban a ser los encargados de decorar el monumental complejo urbanístico, entre los que eligió al escultor catalán.“Cuando Stephen Ross me pidió que creara una escultura de gran tamaño para 30 Hudson Yards dije que sí inmediatamente”, confiesa Plensa, conocido mundialmente por sus grandes obras que ocupan espacios públicos en algunas de las ciudades más importantes del mundo“Los espacios públicos han sido esenciales en mi trabajo durante muchos años, porque tienen una capacidad tremenda para conectar a la gente no solo con el arte, sino con otras personas”, explicó.
