Conscientes de la necesidad de realizar actividades más inclusivas, el Museo de las Artes (MUSA) apuesta por recorridos para la comunidad sorda; por lo que desde el año pasado implementaron dentro de su programa el recorrido “Orozco en silencio” y ayer el recinto ofreció el último del año. En éste se ofrece una guía por los dos murales que José Clemente Orozco realizó en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara: “El hombre creador y rebelde” y “Pueblo y sus falsos líderes”.La mecánica de dicha actividad es sencilla, los asistentes, sean de la comunidad sorda u oyente, son guiados por Abel Díaz de Sandi a través del sistema de señas. Cabe destacar que el recorrido no se realiza con doble lenguaje, donde el oral es interpretado por el de señas, sino que únicamente con éste último:“Desde un principio se decidió que el recorrido fuera particularmente en señas de lengua mexicana, que no fuera como una interpretación nada más, para que, de esta manera, se facilita más que las personas sordas puedan entablar una conversación, que tengan una voz principal, es decir, que los oyentes no sean los protagonistas, que los sordos tomen el diálogo. En este aspecto es muy interesante, pero también es un gran reto porque ha habido controversia, porque también asisten oyentes creyendo que será pura interpretación”, explica Sayuri Sánchez, responsable de atención a grupos del MUSA.De esta forma, la guía por los murales se desarrolla con bastante diálogo, donde Díaz de Sandi ofrece una breve explicación, se otorgan algunos minutos para que los asistentes observen detalladamente el mural en cuestión y ellos mismos puedan expresar sus opiniones y reflexiones, así, también se crea una retroalimentación.Por otro lado, el MUSA sólo ha ofrecido los recorridos de los murales de Orozco para discapacitados auditivos, ya que éstos poseen “una información muy fija, es la única exhibición permanente en este museo. Es el legado que nos deja este muralista, y quizá, en un futuro se podrían hacer este tipo de recorridos para las exposiciones temporales; sin embargo, hasta ahora se ha elegido éste, también por el valor patrimonial”.En este año se realizaron en total cuatro recorridos de “Orozco en silencio”, ya que, debido a las restauraciones de dichos murales, la actividad se retomó hasta el segundo semestre del 2017. Durante las cuatro sesiones han asistido tanto sordos como oyentes, aunque no ha sido fácil captar al público:“El reto más grande es en la cuestión de promoción y difusión, la hemos querido hacer de manera más personal porque hay una parte muy significativa de la comunidad sorda que todavía no tiene acceso a la lectura, a la escritura; entonces, en general el contenido es totalmente visual. Este último mes se generó un video para hacer promoción del proyecto”.Pese a estos retos, el MUSA continúa con el objetivo de “acrecentar las políticas inclusivas”, aunque todavía no está confirmado el recorrido “Orozco en silencio” para los planes del siguiente año.
