El narrador español Víctor del Árbol (Barcelona, 1968), uno de los escritores policíacos más notables de Europa visita la ciudad como parte del programa de actividades para Guadalajara Capital Mundial del Libro (GCML), gracias al cual visitará la Academia de Policía, el TEC de Monterrey, impartirá una conferencia en LARVA y firmará ejemplares de su obra en conocida librería.En entrevista con EL INFORMADOR, Del Árbol señala que “este tipo de distinciones son muy importantes, sobre todo para poner de relieve la cultura a través de la literatura. Guadalajara ya de por sí es un referente mundial de las letras a nivel mundial, gracias a la Feria Internacional del Libro (FIL), y si eso se refuerza con la capitalidad, representa una suma de sinergias muy fuerte para reforzar la ciudad como referente en América Latina; sobre todo, en la dinamización social, es decir, pensar que la literatura tiene un papel más allá de relatar historias es un vertebrador social, logra que la gente se sienta orgullosa de su ciudad y el libro salga a la calle y lo hagan suyo, fuera de los círculos intelectuales”. Así, el escritor tomó parte ayer en la inauguración del Paseo Literario Alcalde, “una de las avenidas principales, que es vertebra del Centro de la ciudad; y si se convierte ahora en un pretexto para ofrecer una serie de productos culturales como pintura, teatro, música, todo lo que tenga que ver con la idea de que la literatura debe estar pegada a la vida, porque si no, carece de utilidad”.Por otra parte, Del Árbol —que fue mosso d’Esquadra (como se les conoce a los policías en Cataluña) durante veinte años, entre 1992 y 2012— se presentará ante estudiantes del TEC y con Cadetes de la Academia de Policía; “lo que me hace ilusión por lo que te decía, la literatura va ligada a la vida, con valores sociales y humanos fundamentales, donde el principal es la libertad, lo que me parece esencial si hablamos con personas que se preparan para servir a los ciudadanos. Además, trataré de convencerlos de que al leer no se pierde el tiempo, se gana”.El escritor catalán, que ha sido lector empedernido y publicó sus primeras novelas aun trabajando como policía, vivió un momento en que decidió —con 40 años, tras la obtención de un importante premio literario— “entregarme a mi pasión, consagrarme a la escritura sin saber exactamente lo que iba a suceder; pero eso es lo bonito de este oficio, que nunca se sabe qué va a pasar”.Finalmente, para Del Árbol es un problema que las sociedades contemporáneas “ya no creen en los sueños, en la posibilidad de lo imaginario, en ese punto de locura necesario para contrarrestar la racionalidad de una vida que nos cierra horizontes. Yo no he sido así, y soy feliz, porque vivo de mi pasión en este mundo tan complicado, y me mantengo en el hilo”.Entre las novelas de Del Árbol destacan: “El peso de los muertos” (2006), “El abismo de los sueños” (2008), “Respirar por la herida” (2013), entre otras; además, ganó el Premio Nadal con “La víspera de casi todo” (2016).