El Anuario de Literatura Breve surge hace cinco años, y desde aquel 2013, continúa vivo ofreciendo anualmente un calendario lleno de breves textos literarios de diversos autores y varios géneros, desde pequeños poemas en verso y prosa, relatos, aforismos, hasta fragmentos de textos más largos. Esto se hace posible gracias al esfuerzo, involucramiento y colaboración de las editoriales Al Gravitar Rotando, la Zonámbula, De lo Imposible Ediciones y Dos Filos.Los textos que se ofrecen para el día a día en un calendario que recuerda a los de antaño, surgen en su mayoría del taller a cargo de Óscar Tagle impartido tanto en Guadalajara como en Ciudad de México, aunque también se incluyen a autores que fungen como padrinos, a “grandes plumas que le dan sustento” comenta Rodolfo Orozco, participante del Anuario; entre estos escritores se encuentra Jorge Oréndain, Raúl Bañuelos, Carmen Villoro, y Raúl Aceves, “ellos le dan fuerza a cada mes con su voz”.Igualmente, se incluyen escritores que alguna vez formaron parte del taller de Tagle o creadores cercanos al mismo, así el Anuario de Literatura Breve “es una reunión de letras y sensaciones”; afirma Rossana Camarena, quien también colabora en la creación del Anuario, y agrega que los textos se crean durante todo el año:“En los talleres siempre estamos ‘talachando’, trabajando con diferentes textos, y desde ahí se va viendo frases, pues trabajamos con la brevedad, que quedan perfectamente ubicadas en el tiempo. No manejamos un efemérides, pero sí la sensación, las estaciones, frases que nos muevan relacionados con el tiempo, el clima, la temporada… entonces se empata la sensación, pega rico. ‘Léelo y ten sensación’, es lo que te dice el calendario”.De esta forma, cada texto ubicado en cada día del año está relacionado con cualquier elemento que envuelve al propio día, ya sea la estación del año, sucesos sociales o políticos, celebraciones, etcétera. Óscar Tagle, editor, comenta respecto a esta relación texto-día con claros ejemplos temáticos: “iniciamos los primeros días con cuestiones reflexivas, luego llega febrero y nos metemos a lo amoroso a lo erótico, desamoroso, moteles… con sarcasmo y cierta picardía. Luego llega la temporada de lluvias, el Día de muertos, el fin del año, hasta las elecciones se incluyen”.Darle tiempo al tiempoEl calendario literario no sólo ofrece lo que un calendario común. La conjunción de literatura con la fecha, brinda por inercia la oportunidad de ser conscientes del tiempo y tomar un momento del día para reflexionar, Orozco resalta: “Detenerte en el día, fijar tu atención en el día. Es una manera linda de comenzar el día consciente, la finalidad es eso, ponerte al día con el día de una manera evocativa, inspirativa, juguetona… que te genere una risa o algo. Es como un buen expreso para arrancar el día en la mañana”.Mientras que Tagle ve en el calendario la oportunidad de ser leídos día a día, “nos ‘agandallamos’ el año, porque quien tiene el calendario en físico nos estará leyendo diario, pasa lo mismo en redes”. Al respecto, Camarena concluye, “y cada día se le va la vida, porque aunque puede ser un libro, yo amo quitarle la vida y ver cómo me entrega la letra, ésa es la belleza”.El Anuario de Literatura Breve se presentará el miércoles 22 de noviembre a las 20:00 horas en Impronta, evento en el que estará a la venta. Será presentado por Roberto Castelán y Bernardo Masini.