Si el escritor Guillermo Barba Behrens pudiera cuestionar a María Ignacia Rodríguez de Velasco, mejor conocida como “La Güera” Rodríguez, le preguntaría cuáles fueron las razones que la motivaron a arriesgar su vida con tal de ver al entonces México Virreinal liberado de la monarquía española y ganarse un lugar en los pedestales de los insurgentes de la Independencia nacional.El escritor puntualiza que seguramente ni esta mujer, tan elemental y poco valorada en los procesos de Independencia de México y la memoria actual, sería capaz de responder a una pregunta con cientos de probabilidades y que ahora, bajo el respaldo de editorial Planeta, Barba trata de resolver en “La conspiradora”, su novela histórica más reciente, en la que desmenuza situaciones clave en la vida y activación política y femenina que “La Güera” Rodríguez emprendió en la Nueva España en el año de 1808, una época llena de duras batallas.“Mi investigación no se basa únicamente en ella, sino en toda la Independencia. Ella fue una mujer muy obstinada por varias libertades: su libertad y la libertad de México. Es la única de las grandes heroínas de la nación que está presente desde 1808 hasta 1821 involucrada hasta la consumación de la Independencia. En el libro intento reivindicarla y yo no podía fallar en los datos históricos, en los hechos conocidos, traté de ser lo más veraz y respetuoso”.Barba Behrens -también autor de “Juan sin sueño”- explica la curiosidad que “La Güera” Rodríguez ha despertado en sus inquietudes históricas y que se fortalecieron ante la “mala fama” de la que esta insurgente ha sido protagonista durante décadas, al ser una mujer disruptiva en la época de nuestra Independencia.“Es un personaje emblemático, muy conocido, pero también poco conocido. La gente conoce de ‘La Güera’ Rodríguez lo que ha escuchado hablar entre chismes y diretes, que era una mujer de cascos ligeros, que tuvo muchos amantes como Iturbide o Bolívar, pero pocos conocen las acciones que hizo por la Independencia, al nivel de Josefa Ortiz de Domínguez o Leona Vicario. El libro trata de dignificarla, rescatarla y presentarla como lo que es”.Un gran reto para el autor, y para cualquier autor que se sumerja en la tarea de crear una novela histórica, son los pasajes desconocidos, es decir, sin datos precisos e históricos, por lo que fue a través de hipótesis y sugestiones cómo se dio forma a los momentos en los que se sabe poco de “La Güera” Rodríguez. Así, Guillermo Barba fortaleció su pasión y dominio por la novela histórica al tratar de llevar al lector a un viaje de época en el que pueda ser capaz de involucrarse en los claroscuros políticos y carnales de esta insurgente.“La novela histórica es ficción, es como una película basada en hechos reales. Una novela jamás podrá decir que Hidalgo dijo tal cosa en tal momento, no hay datos o documentos que lo comprueben, o que ‘La Güera’ Rodríguez fue amante de Iturbide. Los novelistas tenemos la virtud de poder meternos a las alcobas, comedores, calles y tratar de entender eso. La ficción abunda en toda la novela, pero los datos y hechos históricos son muy respetados”, detalla el autor sobre la delgada línea que divide una novela histórica a un libro académico propiamente de historia.
