La semana pasada, un grupo de escritores jóvenes denunció que el Fondo Editorial Tierra Adentro (FETA) no publicaría 12 de las obras literarias que ya estaban pactadas, con el argumento de que eran “primeros borradores con potencial todavía no alcanzado”. Ante esta postura se desató un debate, tanto en medios como en redes sociales, en el cual se lanzó un reclamo al gobierno por la forma en la que FETA desprecia el trabajo de jóvenes escritores.En respuesta a estas críticas, ayer Tierra Adentro dio a conocer su postura, señalando que la decisión de suspender la edición de libros dictaminados por la anterior administración fue discutida y aprobada por las direcciones de la DGP y el FCE. Señalaron que Tierra Adentro tenía fallas en la distribución y promoción de sus autores, tal y como lo prueban los más de 100 mil libros de la editorial en las bodegas de Educal. Agregaron en su comunicado que “tomamos una decisión racional: revisar los manuscritos, concentrar esfuerzos en los que a juicio del actual director editorial eran valiosos y preparar ediciones y lanzamientos. Suspendimos la edición en papel de la revista y la volvimos digital (con gran éxito), y mantuvimos los compromisos surgidos de los premios”.También dieron a conocer que decidieron pagar adelantos de derechos a los autores que publicarán. Y revisarán el catálogo con miras a reeditar títulos valiosos, pero hoy injustamente olvidados.Finalmente dieron a conocer que cuatro de los 16 autores con dictámenes positivos fueron elegidos para entrar en los programas editoriales de 2019 y 2020. Y aclararon que a los autores que no fueron seleccionados los invitaron a checar sus manuscritos para someterlos a dictamen del plan editorial de 2020; incluso, comparten que se les propuso publicar en la web de Tierra Adentro. Algunos de los autores han aceptado la propuesta y se encuentran ya trabajando en la edición de sus libros.