El escritor angoleño José Eduardo Agualusa (1960) visitó Guadalajara para representar a la literatura portuguesa escrita fuera de Portugal, a propósito de la presencia del país europeo como invitado de honor en la más reciente FIL de Guadalajara. Entre la bibliografía de Agualusa se encuentra “Barroco tropical”, libro publicado por la editorial mexicana Almadía y en la que explora un método literario peculiar: durante las primeras cien páginas presenta las historias y a los personajes principales y secundarios, para después embarcarse en la narrativa central de la novela.En entrevista, José Eduardo platicó sobre esta técnica en referencia al resto de su literatura: “Es muy diferente. Con todas las otras novelas todo mi esfuerzo es controlar la exuberancia de los personajes. En esta novela intenté hacer algo opuesto. Es una novela donde pudo caber toda esa exuberancia, es una cualidad de Luanda, la capital de Angola. Creé esta estructura un poco en broma para poder presentar los diferentes personajes al mismo tiempo que se desarrolle la idea”.Entre los protagonistas está el escritor ficticio Bartolomeu Falcato: “Este personaje viene de una novela anterior, ‘Las mujeres de mi padre’. La acción corre en un futuro, 2020. Cuando lo escribí era algo muy distante, ahora ya no. Es el mismo personaje pero proyectado en un futuro distante al otro libro”. Otros libros de Agualusa son “El vendedor de pasados”, “Un extraño en el Goa”, “La sociedad de los soñadores involuntarios” y “La Reina Ginga”. El autor ha explorado cuento y novela, predominantemente, además de poesía y teatro.A propósito de su personaje, en su novela Agualusa escribe la frase: “Los escritores son observadores”, sobre la que abundó: “Los escritores son observadores, sí, pero también son participantes. Todos los libros son un territorio de debate. Los libros sirven para promover el pensamiento, el debate. En ese sentido los escritores no solo son observadores: también intervienen, pueden ayudar a promover las ideas”.Sobre la actualidad de la literatura en portugués fuera de Portugal, José Eduardo expuso sus puntos de vista: “Creo que los diferentes países de lengua portuguesa están muy bien en términos de literatura. La literatura en esos países está creciendo. Es verdad que en el caso de Portugal hubo un crecimiento grande durante años en cultura y educación básica, sobre todo en la creación de redes de bibliotecas públicas. Hoy Portugal tiene una red muy buena: en Angola no la tenemos así. El problema en Angola es que el libro no llega a las personas, es muy difícil. Por ejemplo, la gente que quiere comprar libros no tiene cómo: la gente que tiene mucho dinero y puede comprar libros no los quiere comprar. Ese es el problema mayor: la promoción de la literatura. Pero es verdad que Angola y Mozambique tenemos países con muchas historias para ser contadas. Tenemos más historias que escritores: quizá Portugal tiene más escritores que buenas historias”.En términos editoriales, para los escritores de origen africano como Agualusa hay un gran país por explorar y tener nuevos lectores: “Brasil es muy importante para todos los escritores de lengua portuguesa: es un país que ya tiene muchos lectores y que puede tener mucho más. En tanto que en Portugal, que también es importante para nosotros, no hay posibilidad de que crezca mucho más la cifra de lectores. Puedo vender 30 o 40 mil libros en Portugal, no hay perspectiva de que pueda vender mucho más, pero en Brasil sí. Cada vez hay más gente que empieza a leer. Para los escritores africanos Brasil y Portugal son los países más importantes”.Agualusa está traducido a una treintena de idiomas, entre ellos el chino: “Las traducciones con cada vez más importantes. Hay países donde tenemos muchas posibilidades, como China. Tengo un libro que fue comprado en China, van a publicar 30 mil ejemplares en la primera edición, ¡es una locura! Puedo hacerlo en Portugal, porque soy muy conocido; pero no en un país donde soy casi nuevo (solo tengo una traducción). China puede ser algo maravilloso para los escritores, podemos tener muchos lectores”.A propósito de su visita en Guadalajara, el escritor compartió sus impresiones: “Me parece una ciudad muy cercana a la realidad que tenemos en Angola: un país con mucho desnivel social. Tiene particularidades”.