Dave Stroud es maestro de canto: entre sus alumnos hay perfiles desde principiantes hasta artistas consagrados que necesitan rehabilitación para su voz. Por su estudio en California han pasado talentos como Michael Jackson, Demi Lovato, Justin Bieber, One Direction, Brian Wilson (de los Beach Boys), Kelly Clarkson y una larga lista a la que mucha gente se puede sumar gracias a su programa de verano VocalizeU. El pasado 18 de mayo, en la Ciudad de México Dave Stroud estuvo en Evocal Studio dando una clase magistral de técnica vocal.A realizarse en Hollywood del próximo 12 al 22 de julio, este campamento está abierto para cantantes de cualquier parte del mundo. En su visita a Guadalajara, Dave platicó sobre el programa académico: “He creado un programa de diez días intensivos para el desarrollo artístico: básicamente vemos el contenido de un año educativo, compactado. Va gente de todo el mundo, duermen y viven allí esos diez días (estudian canto, desarrollo de la voz, negocios, composición). Cambia sus vidas. Hay gente de todo el mundo, es lo bueno: a veces los músicos nos sentimos fuera de lugar en las escuelas, no encajamos. Pero ahí encontrarán amigos para toda la vida, colaboradores a futuro”.Dave ha trabajado con mexicanos como Diego Boneta, además de los muchos asistentes de nuestro país que se suman al campamento: “Me gusta venir a México. Cuando voy a otra cultura me gusta, y los latinos son muy expresivos con la voz, el baile, con todo. No es una cultura cerrada, son muy abiertos. Nuestro programa de verano siempre recibe mexicanos: a veces hasta 100 personas. Hay traductores para los que no hablan inglés”.Para Stroud hay varios puntos importantes al usar la voz como instrumento musical: “Lo importante al empezar es conocer buenos hábitos, para no herir la voz. Ya que los conocemos sigue adentrarse en uno mismo, en nuestra individualidad como artistas. Si pensamos en los cantantes que nos gustan, ¿nos importa la técnica que usan? No, nos interesa lo que dicen, cómo lo hacen y la forma en que conecta con nosotros. No se necesita cantar perfecto para eso: se necesita saber conectar”.¿Qué más hace a un gran cantante, como Michael Jackson?: “Él y otros tantos encontraron su sonido, su cualidad única: basta que escuchemos una o dos notas y los reconocemos: ‘Es su voz’. Mi trabajo es ayudarlos a mantener ese nivel. A veces nos atrae la gente con una voz imperfecta: escuchamos a Louis Armstrong, y no es perfecta pero nos atrae muchísimo”.En el sentido de encontrar la propia personalidad, Dave recordó a Justin Bieber: “Es un gran ejemplo: el disco ‘Purpose’ es suyo, su voz, su mensaje. Si vemos lo que hizo antes, está bien, pero no es lo mismo. Cuando salió ‘Purpose’ tuve un gran respeto por él como artista. Trabajé con él desde niño, era genial, vi cómo despegó su carrera”.Como profesional en la industria musical, Dave también es testigo de los efectos colaterales de la fama, algo que le interesaría profundizar: “Si ahora escribiera un libro sería sobre el efecto de la fama en el cerebro. He visto a muchos chicos en mis clases y luego se hacen famosos. He visto lo que les hace la fama, cómo los daña esa droga. Me gustaría investigar sobre eso. Quizá cuando tenga 90 años y escriba mis memorias lo haga”.Dave nos platicó cómo decidió dedicarse a la docencia del canto en lugar de tener una carrera como cantante: “Quería ser un rockstar cuando empecé, ¿quién no? Luego empecé a dar clases a principiantes. Encontré este amor y pasión por enseñar, por ayudarles a encontrar su grandeza. Eso me alimentó más que ensayar o tocar. Un día estaba en el ensayo y no estaba presente, pensaba en mis alumnos y las dificultades que teníamos. No sabía lo que sé ahora y trataba de ayudarlos. Me di cuenta de que ya no iba a buscar una carrera como cantante: lo mío iba a ser la enseñanza. Y lo dejé. Son 20 años ya”.Con una exitosa carrera y un sinfín de alumnos, hay uno que platica con orgullo, pese a mantener el anonimato: “Alguien con quien trabajé es uno de los grandes iconos del canto. Si mencionan grandes cantantes, su nombre sale. Al envejecer la voz cambió: no necesitó ayuda cuando era joven, solo lo hizo. Pero ya mayor buscó ayuda: en un 50 por ciento es un tipo cuya música me orilló a dedicarme a esto. Entró al estudio y me pidió ayuda: hice algunas cosas, cambiamos su voz. Terminó llorando, emocionado: de pronto su vida mejoró. Estar ahí, retribuirle a alguien que me dio tanto (sin saberlo, solo escuchaba su música)… es increíble. Ni siquiera sé describir el sentimiento”. Del nombre de este personaje, solo agregó: “No lo diré. No está en la lista: me pidió que no lo dijera”.VocalizeU, del 12 al 22 de julio en Hollywood, California: mayores informes desde México en www.evocalstudio.com. Hay planes de pago para los mexicanos que quieran participar.