La perseverancia tiene frutos y Sofía Luna Valle lo tiene bien entendido, pues tras una década de preparación como violinista, ahora se perfila como una gran promesa de la música al sumar a su corta trayectoria uno de los logros más cotizados por cualquier músico: ser solista.La joven de 15 años audicionó en la convocatoria “Niños sinfónicos” del Conservatorio de Música de Celaya para tocar como solista en la Orquesta Sinfónica Juvenil Silvestre Revueltas y de 100 participantes, Sofía Luna quedó entre los ocho seleccionados que tendrán el honor de sumarse al recital programado para el próximo 24 de mayo en el Teatro José Nieto Piña de la Universidad de Celaya.Desde los cinco años de edad, Sofía Luna Valle comenzó su preparación en el Estudio Suzuki Guadalajara de la mano de su padre, también músico y director de la institución, Uziel Luna, quien ha destacado en la escena local por el método de aprendizaje-enseñanza que promueve desde hace 10 años y que le ha brindado al estudio cuatro premios por su alto nivel técnico e interpretativo de sus estudiantes de piano, violín y arpa, por ejemplo.“Más allá de la preparación con músicos tenemos una preparación pedagógica para la transmisión del conocimiento. Aquí la especialidad tiene que ver en cómo se guía al alumno desde la infancia temprana (…) el método Suzuki lo trajimos a Guadalajara, no había en otra parte de México, nosotros nos capacitamos para saber cómo enseñar, el método se refiere a la lengua materna, cómo aprendiste a hablar mediante a tu entorno, estímulos, confianza, respeto al proceso individual”, detalla Uziel Luna, director de Estudio Suzuki Guadalajara.La convocatoria nacional atendida por Sofía Luna implicaba el envío de un video en el que los concursantes debían exponer su habilidad instrumental, siendo el primer movimiento del “Concierto No.22” de Giovanni Battista Viotti, con el que la tapatía sorprendió al jurado.“La idea fue solamente participar, la experiencia de grabar y seguir preparándome, si quedaba seleccionada era punto y aparte. Fue una sorpresa saber que quedé en la audición. Tengo pasión por la música, esa pasión que no se expresa hablando, que con solo escuchar un sonido puedas saber o decir si estas alegre o triste. Una cosa es saberte todas las notas, saber tocar y otra es lograr esa emoción en el público”, explica Sofía Luna Valle.La violinista añade que con la oportunidad de tocar junto a Orquesta Sinfónica Juvenil Silvestre Revueltas se reafirman sus intenciones de dedicarse de lleno a la música de manera profesional y quizá más a futuro, seguir también los pasos de su padre como maestra: “sí veo seguir de lleno en mi preparación profesional para dedicarme completamente a la música, ser maestra podría ser en un futuro, pero es complicado porque alguien te está dejando en tus manos el proceso, al principio todo depende el maestro”. Por lo pronto, los primeros pasos para conseguir el sueño ya los está dando.
