La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), rindieron en la Sala Héctor Mendoza el pasado sábado 10 de septiembre un homenaje póstumo a la primera actriz, docente y directora Rosa María Gorbea Osorio, mejor conocida como Adriana Roel, quien falleció el pasado 30 de agosto en Mérida, Yucatán; una sesión en la que se recordó a quien fuera una actriz dedicada durante más de seis décadas a las artes escénicas, al cine y la televisión.En este sentido, la directora artística de la CNT, Aurora Cano, dio la bienvenida a familiares, amigos e integrantes del elenco estable y comentó que Adriana Roel “había nacido para convertirse en una primera actriz de la escena mexicana. Y creo que ella siempre lo supo o lo intuyó, porque el caso es que Adriana, desde el inicio, decidió no irse por el camino fácil ni rápido, sino hacer todo a lo grande. Es inmensa la cantidad de premios que recibió, resulta sorprendente”.En 1956, Roel ingresó a la Escuela de Arte Dramático del INBAL, que en ese entonces se encontraba bajo la dirección del maestro Salvador Novo; y en el homenaje se relató cómo la joven actriz se “coló” como oyente a las clases de Seki Sano, ya que el maestro solo daba clases a alumnos de tercer año (y ella estaba en primero). Debutó de forma inminente en 1957 en el reparto de la obra ‘Los frutos caídos’, de Luisa Josefina Hernández y, como muchos actores, se formó por igual en el teatro infantil a cargo de Fernando Wagner.Adriana Roel obtuvo en 1959 una beca por parte del gobierno francés para estudiar en el Conservatorio de Arte Dramático de París, donde tomó clases con figuras como Jean Perymoni y Jacques Lecoq; según el actor Luis Rábago “ella decía que había tenido suerte con el teatro, pero todos los que estamos aquí sabemos que se necesita mucho más que suerte para participar en más de 50 puestas en escena”. En tanto, Verónica Boneta compartió que se siente “privilegiada porque tuve la oportunidad de admirarla como mujer, como actriz y aprovecharla como mi maestra de vida y de teatro, solo el bien es real me decía. Me enseñó el amor como valor, que es fuerza que impulsa para hacer el bien, expresado en hechos”.Por su parte, Benjamín Cann, quien la dirigió en múltiples ocasiones –tanto en cine como en televisión y teatro–, enfatizó que “es un enorme privilegio hablar de Adriana”, una profesional a la que recuerda siempre, pues “trabajó en una película conmigo sin cobrar un solo peso, me dijo que dispusiera de los recursos que generó al haberla vendido en Europa, lo que hice fue sacar una nueva copia para que ésta llegara a muchas más personas. Sé que la gente no recordará un momento así, yo lo tengo siempre presente en el corazón, ese gesto significó una profunda huella en mi alma”.Adriana Roel perteneció al elenco estable de la CNT en las administraciones de Celestino Gorostiza, Héctor Azar, José Solé, Luis de Tavira, Enrique Singer y finalmente Aurora Cano, siendo reconocida en 2008 como Actriz de Número; desde su fundación fue parte de la Compañía Nacional de Teatro y debutó bajo la dirección de Héctor Azar, el 18 de octubre de 1972, durante el Festival Internacional Cervantino (FIC). En la CNT se le reconoció incluso a partir de su reestructuración, y siempre participó en numerosas puestas en escena.FS