El escultor mexicano Sebastián visitó Guadalajara para presentar una charla en WIT: Festival de Arte. Teniendo como sede el Hotel Demetria, el artista platicó ayer domingo del proceso creativo detrás de Los Arcos del Tercer Milenio (también conocidos como Arcos del Milenio), su obra en Guadalajara -en el cruce de las Avenidas Mariano Otero y Lázaro Cárdenas-, además de atender a las preguntas del público al final de la sesión. Sebastián recordó que fue en 1999 cuando comenzó a gestarse este proyecto.Con una amplia trayectoria en la escultura monumental (el tamaño final de Los Arcos sería de 52 metros de altura), Sebastián habló de la concepción de la pieza y por qué se eligió ese lugar. En busca de “pensar en una escultura icónica de la ciudad”, el artista se remontó a los viejos arcos que marcaban la entrada a la ciudad. En su investigación descubrió el contexto de dichos arcos antiguos, cuya avenida llegaba hasta Mariano Otero.El artista explicó la geometría en la concepción completa de la escultura. En su elección en el tipo de arco detalló que quiso que fueran arcos de medio punto en referencia a las arcadas presentes en la arquitectura tapatía. Sebastián continuó la explicación geométrica y el uso de las proporciones para crear círculos que trazan la silueta de Los Arcos. Simbólicamente, la escultura inconclusa representa el cambio de milenio: “Era decir de alguna manera que estábamos cambiando hacia el fuego nuevo, como es la tradición prehispánica, de tapar una pirámide con una nueva”.Tras su exposición, el escultor abrió el micrófono para las preguntas y comentarios del público. Allí habló de la elección cromática de Los Arcos, que llevan un amarillo en parte por la vista aérea de Guadalajara, en donde las luminarias resaltan ese color. Sebastián comentó que un color recurrente en sus obras ha sido el rojo, motivo por el cual también presentó una versión de la pieza en rojo cuando se trabajaba el proyecto: “Pero el amarillo fue el elegido”. El artista igualmente habló sobre su decisión de tener esculturas pintadas: “Es una tradición desde los griegos”, remató.Sebastián apuntó: “La voluntad plástica está, por eso estoy aquí”. Sin embargo, afirmó que “la decisión está del otro lado”, pues su labor concluyó con la entrega del proyecto. Sobre las polémicas alrededor de la escultura, bromeó: “Fui atacado injustamente, duro. Pero no me arrepiento, me hizo más famoso”.Recordó cómo en otras ciudades también se quedaron inconclusas sus obras por cierto tiempo, mismas que concluyeron años después: “Sucedió en Juárez y en Chihuahua, donde se quedó diez años. Llegó un presidente y tuvo la voluntad. En Juárez pasó tres mandatos municipales, uno la quería vender. Volvió el alcalde que la había pedido y se concluyó”. En Chetumal sucedió algo similar, con una obra de 72 metros de altura y que ahora se encuentra en la Secretaría de Turismo: “La única inconclusa actual es esta”, afirmó.El WIT: Festival de Arte celebra su décima edición. La sede es el Hotel Demetria (Avenida de la Paz 2219) hasta el 14 de noviembre. Descarga el programa completo en: www.hoteldemetria.com