El reconocido artista jalisciense Roberto Rébora (Guadalajara, 1963) se halla en la ciudad tras cumplir un año fuera del país, en Francia, a donde fue invitado -por parte de coleccionistas privados- para trabajar en Tours, ciudad cercana a París donde ya produjo obra pequeña (dibujos y pinturas) a lo largo del año y montó una exposición; ahora, se prepara para renovar su estancia y ha iniciado la elaboración de telas de gran formato en un espacio para artistas.Así, lo que concluyó para el artista fue “el primer ciclo” de su estancia y, a punto de iniciar el segundo, destaca en entrevista con EL INFORMADOR que se efectuará “en un espacio que tiene condiciones muy especiales para trabajar”, donde quienes han invitado a los artistas buscan crear “un espacio de diálogo y creación”.El espacio al que se refiere Rébora es un antiguo edificio, de 1960, de carácter funcionalista “que cuenta con una iluminación extraordinaria”, detalla, “en una región -La Loire- conocida por su luz; la fábrica fue abandonada y ahora está ocupada por cerca de 50 artistas; la conversación que se genera en un grupo de artistas disímbolos, desde los tradicionales hasta verdaderos bricolaires, está llena de confluencias en esta relación interdisciplinar”.Una relación que está, dice el pintor, “ante todo, relacionada con la expresión, con el arte, y esto significa para mí la apertura a un entendimiento más amplio, en ese péndulo que es la actividad propia del trabajo de un pintor, que la da la espalda al mundo para resolver su ecuación, y el hecho de encontrarme en una circunstancia como la que describo; esta diapasón, conociendo la experiencia europea y viviendo en Francia, me permite tener una idea más personal y propia de la dimensión cultural del país, que en mí ha ejercido un encantamiento completo, por la manera que tienen los franceses de hacer las cosas”.Pero Rébora no solamente aprovecha este momento, piensa también hacia adelante, pues su exposición -la más reciente en solitario- “Suite Tours” (2021), que se llevó a cabo el pasado mes de septiembre en Les Ateliers de la Morinerie de Saint-Pierre-des-Corps, en Tours, Francia, “corrió con buena fortuna y abrió la posibilidad de mi trabajo para llegar a los coleccionistas; y desde luego, esta nueva invitación a hacer cuadros de gran formato se vincula con la oportunidad de hacer circular mi trabajo y que se muestre. La riqueza, en este sentido, es la conversación, la relación humana; ahora invitado a seguir allá y trabajar, todo gira sobre la conversación, de forma cotidiana, y es una forma de enriquecimiento que tenido en suerte vivir este año”.Panorama enriquecidoTras pasar unos días como visitante de GDL ART WKND y próximo a asistir a Zona MACO en la capital del país, Roberto Rébora destaca que la promoción del coleccionismo es “una manera de enriquecer el panorama, es decir, la comprensión del trabajo de los artistas; eso es lo que, creo, le da cuerpo al ejercicio artístico, que encuentre lectores y que estos sean coleccionistas. Yo he tenido la suerte de tener coleccionistas que me permiten ser independiente del contexto, esa ha sido mi circunstancia. Por muchos años, viví en Italia en mi juventud, después en Ciudad de México, y vine hace quince años a Guadalajara; ahora, he tenido estancias en Austria y los Estados Unidos”.Asegura el artista que “yo me ausenté de mi generación -pues mi relación con Guadalajara es muy periférica- en los años capitales para cada uno de nosotros; yo no viví eso en la Ciudad de México ni en Guadalajara, por eso ahora que llego, aunque conozca el movimiento y la animación de estos programas, creo que sólo han venido a enriquecer el panorama y situar a mi ciudad en el contexto nacional e internacional, gracias a sus artistas, sobre todo los conceptuales (y se entiende)”.Rébora se incluye “entre aquellos que practican el oficio, el recogimiento y, de ser posible, el acceso a la poesía; eso ha sido la marca de mi trabajo, el aprendizaje de mi propio lenguaje a partir de la posibilidad de su expansión a partir de mis propios elementos, que son la línea y el color, como en cualquier pintor”.Con todo, a nivel general, el artista asegura que México “es una potencia creativa que sólo es comparable a su violencia, que es algo sumamente dramático. Creo que reaccionamos justamente a esa violencia, a esa orfandad del Estado que vivimos. Y quizá es así que tenemos a José Clemente Orozco, que para mí es un rito cada que vengo ir a contemplar sus murales. Por eso da gusto ver toda la gran riqueza artística de la ciudad y como participa de la cultura contemporánea”.Tras el reconocimiento que su exposición “Suite Tours” tuvo en Francia, relata Rébora que se siente “muy afortunado; en la inauguración estuve rodeado por más de doscientas personas que deseaban conocer acerca de mi trabajo. Conozco la experiencia y, a mi edad, ahora en Francia, la tradición es donde se funda el lenguaje”.La exposición a que refiere el artista “aborda el erotismo, pero a partir del sometimiento del hombre. El movimiento más importante de nuestro presente es, desde luego, la revolución feminista, lo que me parece un hecho completo; en mis obras toqué un tema conflictivo, que nunca lo había hecho, centrarme en el hombre y su manifestación instintiva, sexual, bajo el sometimiento de la mujer”.Sin fecha para su regreso, este 2022 será un año “exigente”, afirma el pintor, “pues estoy muy concentrado en el trabajo, en la dificultad que me causa hacer mis cuadros, que para mí son el resultado de una ecuación. Pero me asiste mi Dios para que el cuadro suceda, lo demás está fuera del calendario. Creo que la expresión cae del cielo, ahí tengo una diferencia marcada, completa, con ciertos procedimientos del arte contemporáneo común, esto es, anticiparse a la expresión. Para mí la expresión es instantánea, sólo posible en el momento de la creación. Por eso no puedo trabajar por programa ni por anticipación. Por eso estar en Francia ahora es suficiente presente para estar ocupado”.TOMA NOTASobre el artistaCon una trayectoria de más de treinta años, ha sido reconocido por la vigorosidad de su trazo, y por su economía de medios basada en el conocimiento técnico y el refinamiento de lo pictórico. Sus series pictóricas más recientes son “Media Star” (2013-2018), “Flujo Mundo” (World Flux, 2018 a la fecha), “Tipografías” (Typographies, 2020) y “Suite Tours” (Francia, 2021).Su obra forma parte de colecciones tanto privadas como públicas. Entre las instituciones mexicanas que poseen piezas suyas se encuentran el Museo Rufino Tamayo de Arte Contemporáneo, el Museo de Arte Carrillo Gil, el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, El Colegio Nacional, el Museo de las Artes (MUSA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, entre otros; y a eso se suman las colecciones institucionales mexicanas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Fundación Cultural BBVA-Bancomer y la Secretaría de Relaciones Exteriores.En 1995 fundó Taller Ditoria, que publica obras literarias en ediciones tipográficas y manufacturadas. Actualmente es beneficiario de la emisión 2019-2022 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes del Sistema Nacional de Creadores de Arte (Fonca-SNCA) y desde 2021 divide su tiempo entre Tours (Francia), Guadalajara y la Ciudad de México.MQ