En entrevista con la directora de la revista Luvina de la Universidad de Guadalajara, Silvia Eugenia Castillero hizo hincapié en que el objetivo para este número, además de presentar el trabajo de los escritores más conocidos, era, sobre todo, viajar a las capas más profundas de la literatura en Madrid para mostrar al público de la FIL los autores que no han tenido tantos reflectores. La revista publicó el trabajo de 81 escritores con textos inéditos.– ¿Qué vamos a encontrar los lectores de Luvina en este nuevo número: “Madrid, Madrid, Madrid”?Es un número muy completo porque, además de incluir a los escritores con más fama como Almudena Grandes, José Ovejero, José María Merino, Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, esos que han logrado cruzar la frontera de España, Luvina se tomó el trabajo de incluir autores que no se conocen fuera de Madrid e, incluso, dentro de Madrid, como Adolfo García Ortega, Carola Aikin, Carmen Peire, Jordi Doce. También aparecen los que tienen una obra muy importante y que no están en portada pero son muy buenos como Elvira Navarro o José María Guelvenzu, quien fue pieza clave para coordinar a todos los escritores que venían.– ¿Por qué el título “Madrid, Madrid, Madrid” para este número dedicado al invitado de honor? Fue una cosa de juego, salió de broma y nos encantó. Ya habíamos tenido a Castilla y León en una edición anterior y el número de aquel momento se tituló “En español”, así que obviamente no podíamos repetir algo así. Empezamos por llamarlo simplemente “Madrid”, pero luego pensamos que sonaba muy simple y fue cuando apareció este juego de repetición hasta que quedó en repetir tres veces Madrid; además se remite a la canción de Agustín Lara –que lleva el mismo título– y la conexión entre mexicanos y españoles. Era bonito hacer referencia a un mexicano que habló de Madrid.–Madrid es una ciudad agasajada por la literatura, como dijo José Caballero Bonald, la cual ha alojado a grandes generaciones de escritores, entre ellas la del famoso Siglo de Oro ¿Cómo encuentra a esta generación de escritores madrileños?Esta generación nos sorprendió muchísimo. Yo tenía una idea de que la literatura española estaba acabada, que tenía una poesía más cursilona, que estaba en una etapa regular, porque eso pasa en todos lados, hay ciclos. Pero nos llevamos una sorpresa grandísima. La poesía de Madrid y, en general, la de España, es de una gran potencia y muy contemporánea. Si no es tan experimental sí es una poesía muy nutrida, musical, original. Y la prosa ni se diga, los relatos son maravillosos.Todos los escritores publicados viven en Madrid, pero no todos son de Madrid. Esta ciudad, a diferencia de Barcelona que es refinada y elitista, es una ciudad generosa, alegre, colorida, por eso el color rojo en este número. Es una ciudad que a las 3 de la mañana está llena de gente, llena de alegría, de algarabía, es una ciudad muy viva. Los escritores me contaron que la ciudad no escatima a la gente que vive ahí. Si tú no eres de Madrid, pero vives en Madrid eres de Madrid. Los mismos madrileños te dicen: “tú ya eres de Madrid”, es una ciudad abierta a todos, cosa que no es fácil en otros lugares, como Guadalajara, por ejemplo.– ¿Qué autor, ya fallecido, y dentro del extenso catálogo de escritores españoles le hubiera gustado incluir en este número?Yo soy bien arcaica, me hubiera gustado publicar y dialogar con Quevedo y con Góngora. Hubiera sido un goce tenerlos en estos tiempos. También me hubiera encantado entrevistar y sentarme a dialogar con Cervantes, traerlo al público de la Feria. Definitivamente el siglo de oro sigue marcando a la ciudad, al barrio de las letras que antes era el barrio de las huertas donde Lope de Vega y Cervantes eran vecinos. Más contemporáneo, me hubiera encantado dialogar con Antonio Machado, quien no era de Madrid, o con García Lorca. Hay muchos escritores que uno hubiera querido; Rosa chacel también me hubiera encantado.– ¿Qué diferencias encontró entre el invitado anterior y el nuevo? Pues ambas regiones –América Latina y Madrid– son hispanohablantesHay una gran distancia porque decidimos apartarnos de los grandes escritores latinoamericanos, porque iba a ser puro lugar común. Decidimos acotar y publicar a los escritores jóvenes de treinta y tantos años y jugamos con la idea de que la FIL Cumplía treinta años y los escritores eran de la edad de la FIL. Fue interesante porque dimos a conocer escritores que no eran tan famosos, con una literatura más experimental. Acá no pasó así porque hicimos una búsqueda profunda desde el inicio.– ¿Cómo seleccionan el orden de presentación de los textos en la revista?En cada número de Luvina hay un trabajo de edición que consiste en ir armando los textos, uno junto al otro, de manera que haya un ritmo. Luvina es un objeto vivo que respira y ese objeto vivo tiene una conformación orgánica y, por lo tanto, un ritmo. Ese ritmo lo formamos con textos que tienen una secuencia. Vamos alternando voces viejas con más nuevas, poemas con cuentos o ensayos. Por cierto, esta es una de las características de este número: hay ensayos, luego el ensayo no es tan común, no hay tantos y esta vez sí los hay. También aparecen fragmentos de novela que funcionan como relatos independientes.– ¿Qué país o región le gustaría como invitada de honor en las próximas ediciones de la FIL?La literatura japonesa, me encantaría, es maravillosa, lo mismo con la de China.–La sorpresa más grandeQue Javier Marías nos mandara un texto, él es muy renuente. Al principio dijo que no colaboraría. Estando allá (en Madrid) logré mandarle un fax, porque él se relaciona con la gente por medio de fax, no usa correo electrónico, y me dijo que no. Acto seguido le mandé Luvinas por correo, números anteriores, para que conociera la revista porque él no la conocía. Después me contacté con su agente y ya, por medio de su agente dijo que sí. Después de ver los números de Luvina accedió a enviarnos su colaboración.La revista Luvina se presentará este domingo 26 de noviembre en el salón Mariano Azuela de la Feria Internacional del Libro a las 19:00 horas. Estará a la venta en el stand 18 del Área Internacional, en el pabellón de Madrid y en el stand de la Universidad de Guadalajara. También se puede encontrar en librerías como el Fondo de Cultura Económica y en los puestos de periódicos.