En la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes se llevó a cabo este viernes 23 de junio una plática con la investigadora Laura González Matute acerca de la relación del muralista José Clemente Orozco con el universo escenográfico en la última etapa de su vida, así como su amistad con las hermanas Gloria y Nelli Campobello y su trabajo para el Ballet de la Ciudad de México; el evento se realizó gracias al apoyo de la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).De este modo, la especialista también presentó el documental “Murales en movimiento. José Clemente Orozco y las hermanas Campobello”, en el que se da cuenta de una faceta del pintor que por años permaneció desapercibida para la mirada de críticos e historiadores del arte, la de creador escenográfico.Así, la obra que Orozco produjo como escenógrafo permaneció casi en su totalidad en la colección de la coreógrafa y escritora Nellie Campobello, fundadora en 1941 del Ballet de la Ciudad de México. Por desgracia, muchos de estos materiales se perdieron como consecuencia del trágico secuestro y muerte de la bailarina y escritora.El documental referido, comentó González Matute, fue resultado de una investigación compleja; “surgió cuando colaboraba en el Museo Carrillo Gil, y la entonces directora, Sylvia Pandolfi, me comentó que acababan de publicar un libro sobre Gloria Campobello en el que se mencionaba que Orozco hizo escenografías para ballet”.De acuerdo con la investigadora, “ese fue el punto de partida para investigar al Orozco escenógrafo, me fui a la hemeroteca y en la revista ‘Tiempo’, que dirigía Martín Luis Guzmán, muy cercano a Nellie Campobello, encontré las crónicas del Ballet de la Ciudad de México.Fue “a través de esta investigación hemerográfica”, indicó González Matute, que “fui captando cómo estuvo involucrado Orozco no solo en el ballet, sino de manera personal con las hermanas Campobello, tanto en lo dancístico como en lo literario, incluida su relación amorosa con Gloria”, lo que, comentó, “me llevó a descubrir a un Orozco afectivo, alegre, que vira hacia lo moderno y abstraccionista, que manifiesta nuevos coloridos en su obra”.De esta forma, el proceso de esta labor coincidió también con la investigación policial sobre la desaparición de Nellie Campobello que, entre otras cosas, derivó en la recuperación de algunos de los trabajos escenográficos de Orozco, que actualmente se encuentran bajo la custodia del INBAL, en el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).No hay que olvidar que Nellie y Gloria Campobello conocieron a Orozco en 1942, en la casa de la escritora estadounidense Alma Reed. Posteriormente, el pintor se incorpora a la compañía de ballet. La afinidad entre Nellie y Orozco se hizo evidente en 1943, cuando el muralista ilustró la segunda edición de su poemario “Las manos de mamá”.Por otra parte, la relación de Orozco con Gloria Campobello se centró en la danza y ella se convirtió en su musa. Las cartas y los retratos que hizo de Gloria dan cuenta de una intensa relación amorosa.Además, cabe recordar que el Consejo Directivo del Ballet de la Ciudad de México estuvo integrado por personajes como Martín Luis Guzmán, las hermanas Campobello y el propio Orozco; y en la parte escenográfica contaron asimismo con la participación de reconocidos pintores, como Roberto Montenegro, Julio Castellanos, Antonio Ruiz “El Corcito” y Carlos Mérida.Actualmente, en el Museo del Palacio de Bellas Artes se presenta la exposición “Apoderarse de todos los muros. Anteproyectos de José Clemente Orozco”, la cual está abierta al público de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.