A partir del 18 de junio y hasta el próximo 2 de julio, el artista sudafricano Clive Sithole estará desarrollando, por invitación de la Escuela Nacional de Cerámica (ENC), un taller para mostrar la tradición ancestral de la cerámica africana. Esto sucederá en el municipio de Tapalpa, donde se encuentra en construcción esta escuela. Dicho curso lleva por nombre “Nosotros los primeros del barro aquí en la Tierra, Abantu Bobumba Emhlabeni”.Serán 10 alumnos los que tomen este taller, cinco extranjeros y cinco mexicanos. De estos estudiantes, dos son artesanos originarios de Zacatecas, quienes fueron becados por la ENC y el Gobierno de la Entidad como parte del compromiso de la institución por acercar nuevas técnicas a alfareros mexicanos, con el fin de incentivar la creatividad en su producción y fomentar el interés de las nuevas generaciones en el oficio.A propósito, EL INFORMADOR conversó con Clive Sithole: “Esta visita a México de alguna manera me fue anticipada porque yo ya tenía conocimiento de culturas mexicanas como la Mexica y la Olmeca. Para mí es un sueño poder estar aquí en México. Sobre este curso, he dado talleres antes y espero que a los alumnos les guste este que impartiré en Tapalpa. Haré mi mejor esfuerzo para dejarles algo que pueda trascender, hablando de cerámica”.Se subraya que el artista impregna su trabajo con una combinación de conocimiento urbano y la influencia rural. Las tradiciones de la cerámica Zulu, Sotho y Venda se abren camino en su obra a través del uso de grafito y ocre rojo, así como la construcción de vasijas con las técnicas de churro y bruñido, métodos integrales de múltiples culturas indígenas de África. Adicionalmente, el uso selectivo de atmósferas de oxidación y reducción en las quemas son una parte integral de su producción contemporánea.Al ser cuestionado sobre las similitudes y diferencias entre la cerámica africana y la mexicana, Clive Sithole acota: “Claro que hay similitudes. Las dos más prominentes que puedo mencionar son estas piezas que hay en México, que son bruñidas y que están quemadas en reducción, lo que las hace ser de color negro. Eso es muy similar a las piezas que hace mi cultura Zulu en Sudáfrica. Y también en el norte de mi país hay una cultura llamada Venda que tiene una técnica de ocre rojo. Entonces, esta cerámica es muy similar a la terracota mexicana”. En cuanto a las diferencias, resalta que en su cultura, eran las mujeres quienes principalmente realizaban las piezas de cerámica.“Hay una situación que está pasando en Sudáfrica, y es que las mujeres están siendo muy apoyadas por el Gobierno, así que reciben becas sociales. Y como la cerámica es un trabajo que requiere mucho esfuerzo por las técnicas que se utilizan, más el tiempo que toma hacer la pieza y bruñirla, ellas han dejado de hacer la cerámica y los hombres se han involucrado más en este arte”. Destaca además que durante los últimos 10 años él ha enseñado a muchos hombres a partir de la cerámica que él elabora, con la esperanza de atraer de nuevo a las mujeres a la tradición.En cuanto a cómo correlacionará las técnicas africanas con las que se hacen en México, comparte que esta es una práctica que normalmente hace, buscar que haya una sinergia. “Voy a dar la clase, pero no solamente voy a enseñar mi conocimiento, también estoy abierto a recibirlo de parte de las personas a las que les estoy enseñando. Y no se trata solamente de técnicas, se trata de narrar historias, de contar acerca de significados y ahondar en los símbolos para poder construir algo más grande”.Confiesa que la cerámica permite conectar con uno mismo. “Vivimos en un mundo donde se nos habla todo el tiempo de generar dinero, la gente hace obras de arte para ser famosa, pero la cerámica no se trata de eso, la cerámica te cura de alguna manera”. Asegura que hay una conexión diferente con la tierra y el espíritu de la persona que hace o puede apreciar la belleza de la cerámica.Finalmente, comparte el maestro ceramista que estando en México acudió al Museo de Antropología y quedó asombrado. Vio símbolos mexicas que representan agua y le gustaron tanto que ahora, que está trabajando en una pieza para una exhibición que tendrá en Sudáfrica a finales de año, donde dicho proyecto ofrecerá un discurso sobre los problemas que tienen las personas de color para acceder a tierra en su país, pues tenía problemas para representar el agua. “Y después de ver estos símbolos en el Museo de Antropología, se me ocurrió que podría retomarlos y así vincular a México. A lo mejor voy a hacer una pieza especial que voy a esmaltar de un color turquesa que pueda representar el agua en mi pieza”.Clive Sithole es un artista muy conocido en Sudáfrica. Su relevancia radica en que ha trabajado arduamente para abrirles el camino a los artistas de color en su país, donde siempre se ha luchado contra el racismo. Su trabajo está presente en el Reino Unido, Estados Unidos y otras partes del mundo.EN CONTEXTOEl taller que impartirá el maestro sudafricano forma parte del proyecto social de la Escuela Nacional de Cerámica, una asociación civil que busca crear una comunidad global de gran talla artística que encuentre un nicho de preparación en México. Para ello, se realizan talleres intensivos anuales con importantes maestros invitados de España, Japón, Alemania, China, México, Estados Unidos, Perú y Sudáfrica.Sin embargo, en un futuro próximo ofrecerá educación formal con niveles de licenciatura, maestría y doctorado. Este espacio de transformación está ubicado en Tapalpa, Jalisco, municipio poblado de importantes bancos de arcilla y con una arraigada tradición ceramista. Preservar las tradiciones alfareras de México, rescatar las pérdidas e innovar con creatividad son los tres ejes primordiales de la Escuela Nacional de Cerámica.