El bullying impera en las sociedades contemporáneas y es tarea de todos seguir haciendo eco para visibilizar la importancia de ser empático con el otro. En ese sentido, seis influencers y autores de distintas nacionalidades desarrollaron un relato cada uno para presentar el libro “No te calles”, en el que también se expone al clasismo, racismo y otros temas que marcan a todo ser humano, por lo que al leer estas historias, en algún momento todos nos sentiremos identificados.Los seis autores de estos relatos son Andrea Compton, Chris Pueyo, Sara Fratini, Javier Ruescas, Fa Orozco y Benito Taibo, y estos tres últimos dialogan sobre la importancia de continuar con estos tópicos para visibilizar una problemática que permea en cualquier parte del mundo.“Justamente en un mundo polarizado, lo que se necesita son voces que llamen a la empatía, a la solidaridad, que llamen a la creación de comunidad, que llamen a darle voz a los que no la han tenido, porque lo merecen, porque sí y punto. Toda la idea del libro, precisamente es esa: crear un puente entre los que pueden y los que no, entre los que han cometido una injusticia y que se den cuenta que no se debe hacer”, dice Benito.En ese sentido, Javier explica, que además de la polarización, no hay un tiempo para la reflexión, “y la lectura te lo permite, a lo que voy es que cuando tú ves algo o lo lees en Twitter, o te cuentan algo, inmediatamente ya lo estás publicando en redes sociales, y creo que libros como este, te permiten parar un segundo y decir: ‘¿quién soy yo en esta vida y situación? ¿Qué haría en este caso?’, eso hacen los libros, provocar un espejo. No me parece que las redes sociales sean malas, pero están impidiendo valorar la situación completa, ver el marco general y escuchar otras voces porque al final esta globalización a veces parece ficticia”.Esto lo dice Javier a colación porque, por ejemplo en Twitter, te rodeas de gente que piensa como tú y en cuanto surge alguien que no, se vuelve el “otro”. Fa Orozco coincide en que este es un momento en el que también hay mucha gente dispuesta a escuchar, “a oír las historias de las demás personas y saber lo que se han callado por mucho tiempo. No creo que nosotros escribamos con la intención de que el público sienta o encuentre una moraleja, en realidad en estos textos contamos historias que nos parecen reales, injustas, duras… Tratamos de darles esa luz al final del camino y creo que se logró en todos los relatos, y cuando lleguen a manos del lector, ya queda en ellos saber que rescatan del libro”.La historia de Benito, por ejemplo, aborda la vida de Canek, un niño indígena que se siente invisible, que sabe que lo discriminan en su escuela, pero reconoce que estas personas no entienden la importancia de saberse parte de un legado de cientos de años. El pequeño vive, al explorar la biblioteca de su barrio, un momento de encuentro consigo mismo.