El padre José de Jesús Aguilar, encargado de Radio y Televisión de la Arquidiócesis Primada de México, explicó que con la celebración del Domingo de Ramos inicia la Semana Santa y termina con la Pascua de Resurrección. Se conmemora la fecha en la que los judíos iban a Jerusalén para recordar que gracias a la ayuda de Dios y de Moisés, su pueblo había dejado de ser esclavo en Egipto.También recuerda el momento en el cual Jesús llegó a Jerusalén desde el norte y tuvo que pasar por el poblado de Beftagé y el Monte de los Olivos. Sus seguidores, quienes lo consideraban el Mesías, quisieron recibirlo y aclamarlo como rey. Por eso cortaron ramos de olivo para saludarlo y colocaron mantos para marcar su paso.Jesús decidió montar un burrito como significado de ser mensajero de paz y no de guerra. La multitud, especialmente los niños, lo recibieron con alegría, pero quienes estaban en contra se molestaron por esa bienvenida y comenzaron a buscar la forma de matarlo.Esa es la razón por la que los cristianos recuerdan este momento. Las palmas bendecidas son signo del reconocimiento de Jesús como Hijo de Dios. La misa de este día, contrasta al comenzar con alegría y la aclamación con las palmas.En la lectura de la Pasión se anuncia la celebración de los días santos y se reconoce que Jesucristo es el Mesías verdadero que viene en nombre del Señor y por esa razón debe morir en la cruz.Cada año, en la celebración del Domingo de Ramos se lee una versión distinta de la Pasión: un año la del Evangelio según San Lucas, otro año la de San Marcos y al siguiente la de San Mateo. Nunca se lee la del Evangelio de San Juan, porque esta se lee siempre el viernes santo de todos los años.Las familias ponen en las puertas de sus casas las palmas bendecidas para tener un recordatorio de su compromiso con Jesús. Las que se usan en años anteriores y ya están secas, se llevan a la iglesia antes del miércoles de ceniza para quemarlas.En México, los artesanos las adornan y les dan distintas formas. Es común que les añadan hierbas aromáticas o medicinales, como signo de salud y purificación, y para recordar que en estos días Dios da la salvación.En la Catedral Metropolitana, la misa solemne de la bendición de ramos y palmas será a mediodía acompañada por una procesión y presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México.OA