Reconocido como un parteaguas en la historia, desarrollo y evolución de la plástica jalisciense, Javier Campos Cabello (Guadalajara, 1958-Monterrey, 1994) fue un artista de gran importancia —y de influencia en las nuevas generaciones— tanto por su nivel técnico, como por su forma de afrontar las preocupaciones derivadas de las décadas convulsas de los sesenta y setenta; así, para contribuir a visibilizar su contribución al arte mexicano durante la segunda mitad del siglo XX y con motivo de su aniversario luctuoso —el número 28 era un número simbólico para Campos Cabello— se realizará una charla titulada “Javier Campos Cabello, vida y obra”, en la que participan el poeta y ensayista Ernesto Lumbreras y el crítico de arte Javier Ramírez, este jueves 19 de mayo a las 19:00 horas, en Casa ITESO Clavigero.Para el poeta y escritor Ernesto Lumbreras, “la obra de Campos Cabello es una deuda que tenemos en puerta los admiradores, familia y coleccionistas de poner a circular para mostrar y reflexionar sobre su legado. Cuando, en 1984, llegué a Guadalajara, Campos Cabello ya era un artista con presencia, fuera en el Ex Convento, el Foro de Arte y Cultura, la Galería Madrid, aunque también en publicaciones, sean suplementos o revistas”. Después de la exposición póstuma y retrospectiva de su obra en 1998, en el MUSA, “salvo una pequeña muestra en 2005, y algunas panorámicas, pues no ha tenido otras; el catálogo que hizo la UdeG, tiene ya demasiado tiempo y creo que su importancia y actualidad es meritoria; además, la joven comunidad de artistas y espectadores quedaría gratamente sorprendida hoy si se logra una actualización”.Durante sus últimos años, el pintor jalisciense era considerado un joven maestro y su influencia se percibe en algunos artistas que “vieron en la obra de Campos Cabello una posibilidad estética”, en parte por la influencia de los poetas malditos, ciertas obras de Goya y su asimilación de Francis Bacon, “que le daban un sello exclusivo a sus visiones de la pesadilla o la noche, ese ámbito romántico por excelencia es consustancial en su obra”.Por otra parte, dar con una pieza poco conocida de Campos Cabello —cuya obra ya era esperada por coleccionistas en su última época— “y que se ponga en circulación es importante, el grabado le interesaba y podía mostrar sus dotes como dibujante”, se busca vender estas impresiones y con ello contribuir al rescate de su trabajo, “que merece salir a la luz pública, y son muchos años para que una obra de tal importancia se quede sólo en leyenda”.La generación de Campos Cabello —donde están Martha Pacheco y Miguel Ángel López— que, entre otras características, se distingue por “la reflexión sobre lo visual, fundaron un colectivo en el que se discutía y estudiaban hipótesis acerca del lenguaje plástico, desde los setenta, y eso se aúna al rigor y la disciplina como detalles que deben subrayarse si se planea un nuevo catálogo”. Se presentará durante la velada una obra inédita de Campos Cabello rescatada por su amiga, la artista Carmen Bordes: un grabado del artista (de 1985) cuya placa conservó Bordes en su taller y ahora dona su trabajo para editar 100 estampas que se podrán adquirir a partir del 19 de mayo (el dinero se destina a fondear un libro sobre la vida y obra del artista, que se presentará en 2023); los interesados en adquirirlo pueden contactar a través de Facebook e Instagram (Javier Campos Cabello Pintor), o por medio del correo javiercamposcabello@gmail.com. Javier Campos Cabello (1958-1994). Nació en Guadalajara, Jalisco. De 1974 a 1979 cursa estudios de pintura en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Desde 1980 se dedica por completo a la pintura. Formó parte de varias asociaciones culturales como el Taller de Expresión y Experimentación Popular y Trabajadores Culturales Tenamaztli AC, con ellos realizó exposiciones colectivas en sedes populares. Después fundó junto a Miguel Ángel López, Irma Naranjo y Salvador Rodríguez, el Taller de Investigación Visual, en 1981. Murió de forma prematura en Monterrey (NL), en 1994. Su exposición póstuma “Club 28”, en el Museo de las Artes (MUSA) de la UdeG, en 1998, incluyó un catálogo de su obra.
