La literatura es un medio de comunicación que hasta donde sabemos sólo existe en nuestro bello planeta Tierra, el hábitat natural de libros tan fascinantes como “Moby-Dick”, donde Herman Melville detalla la vida de las ballenas, o “La ciudad de las bestias”, de Isabel Allende, que nos sumerge en el Amazonas. Pero es un mundo que cada vez “leemos” más a través de frases y videos cortos en las pantallas de nuestros celulares. Esta nueva forma de “agilizar” la información, también nos está acostumbrando a no prestar más de 30 segundos de atención mientras saltamos de las guerras en Gaza, Sudán y Ucrania a un tutorial de uñas sin mayor reparo.Y no se trata de cancelar las redes sociales ni mucho menos las uñas de quinientos pesos, sino de replantearnos: ¿leer o no leer? No me refiero a memes en Instagram o el muro de tu ex en Facebook, sino libros, ensayos, periódicos, novelas, blogs, comics, ¿vale la pena? Mi respuesta definitiva es sí.En una entrevista a Daniel Montoya, sí, un actor porno, me causó sorpresa y agrado su respuesta cuando le preguntaron cómo se mantenía vigente en un mundo donde las personas nos aburrimos con facilidad, a lo que él contestó: “El secreto está en leer”… Y sí, ¡se refería a libros!, en su caso de comportamiento humano y mercadotecnia. Porque algo interesante de leer es que encuentras ideas de los expertos en cada área, desde el psicoanálisis en “La interpretación de los sueños” de Sigmund Freud, hasta la diversidad molecular e intelectual que nos describe Gabor Maté en “El mito de la normalidad”, y ya sea que estés de acuerdo o no con sus ideas, leerlos te hace crecer, porque tanto la literatura como la ciencia no saben de nacionalidades ya que el conocimiento le pertenece a la humanidad.Leer nos hace preguntas y a veces nos da respuestas, nos enseña a ver de otras formas y a comprender otros aspectos de la humanidad o de cómo funciona el planeta. Nos impulsa el deseo de saber más e inclusive nos permite conocer la vida de otros como si ellos nos la estuvieran contando y, en ocasiones, como si la estuviéramos viviendo.Frente a un futuro lleno de incertidumbres individuales y planetarias, la literatura nos permite imaginarnos otros mundos, otras formas de vida, otras tecnologías y hasta otros problemas ambientales, como en la novela de Frank Herbert cuyas páginas nos hacen extrañar la lluvia en los fascinantes desiertos de Arrakis de la saga “DUNE”.Leer es como meditar sobre un tema en específico, lo que te permite conectar, comprender y crear tus propios pensamientos sobre cualquier aspecto de la vida. Así, al leer, más allá de informarse, implica crecer en lo que desees, lo que gustes o lo que necesites. Y quizá no encontremos en los libros la solución a todos nuestros problemas personales y qué decir de los ambientales, pero por lo menos leer nos permitirá tener el conocimiento y la compañía de las palabras que nos inspiren a escribir un mejor futuro.Alain Murillo es licenciado en Comercio Internacional, interesado principalmente en la diversidad cultural y social del mundo. Amante de la literatura y el conocimiento que ésta aporta para desarrollar la conciencia humana, su psicología y comportamiento. Creador de clubes de lectura de novelas y literatura para negocios como pasatiempo.