La Feria Internacional del Libro (FIL) es más que libros, y permea más allá de su sede principal, Expo Guadalajara. Una prueba es la exposición “Lo que cuentan las paredes: Almada Negreiros y la pintura mural”, del artista plástico portugués, que recibe el Instituto Cultural Cabañas (ICC).Marisol Schulz, directora de la FIL, agradeció la gestión de Olga Ramírez, directora del ICC, durante el ciclo que termina con el sexenio y las colaboraciones con la FIL que tuvo año con año. Olga recordó que el museo será también sede de una función de teatro el próximo sábado 1 de diciembre, con el título de “Consentim(i)ento”. Manuela Júdice detalló sobre esta puesta en escena: “Es un manifiesto escrito con base en fragmentos de António Vieira y de Bartolomé de las Casas”.Manuela Júdice, encargada de la curaduría de la presencia de Portugal dentro de la FIL, comentó que siempre ha admirado la pintura mural latinoamericana. Un pendiente en la vida y obra de Almada Negreiros fue el diálogo con los muralistas mexicanos, que ahora sucede con esta exposición en el mismo inmueble que resguarda los murales de Orozco. Además, Negreiros fue escritor de prosa (cuentos, novela y ensayos), poeta y conferencista. Júdice agregó que un proyecto posterior podría ser “que México lleve a sus muralistas a Portugal”.Mariana Pinto dos Santos, curadora de la exposición, ha trabajado con la obra de Almada en muchas ocasiones, como en la exposición de 2017 en la Fundación Gulbenkian. Responsable del catálogo de la exposición, Mariana agregó que por su longeva vida (1893-1970) el pintor pasó por diferentes etapas: la vanguardia, el futurismo y la modernidad.Como muralista, Almada representa la paradoja de una corriente que en otros países (como en México) se vinculó con la revolución, pero que en Portugal tuvo un fuerte componente político al realizarse muchas veces por encargo de la dictadura. En ese rubro, la curadora resaltó cómo desafió la autoridad en la realización de los murales para los muelles de Alcântara y Rocha do Conde D’Óbidos (contiguos al Río Tajo): el artista retrató la migración en lugar del turismo, y declinó celebrar algunas glorias de la navegación portuguesa (a pesar de haber trabajado bocetos con ellos).La exposición consta de originales, reproducciones y piezas bibliográficas. Las reproducciones de los murales en Alcântara y Rocha do Conde D’Óbidos están hechas en lana, con tejidos de gran formato (a escala de los originales) y que visten las paredes del ICC con su colorido.Bocetos monocromáticos y a color completan la exposición, para dar cuenta de los diferentes proyectos en los que trabajó Negreiros. Las vitrinas que recogen la bibliografía recogen desde sus publicaciones hasta sus colaboraciones como ilustrador: entre las piezas se muestra una edición de Martín Luis Guzmán, escritor mexicano cuya edición ilustró.Como artista, añadió la curadora de la exposición, Almada abrevó de las diferentes disciplinas al retomar para la pintura temas de los que escribió, o viceversa: “pinta con las palabras y escribe con la pintura”.“Lo que cuentan las paredes: Almada Negreiros y la pintura mural” se inaugura hoy. Estará en exposición en el Instituto Cultural Cabañas hasta el 3 de febrero de 2019.