En su primera visita a la FIL de Guadalajara, el escritor estadounidense Paul Auster tuvo en su agenda la apertura del Salón Literario de la Feria, pero todavía le restan una firma de libros y la presentación de su más reciente novela, titulada “4 3 2 1”, publicada por Seix Barral en México.Esta nueva novela, la primera en siete años, es el libro más extenso en su bibliografía, al contar cuatro versiones de la vida de Archie Ferguson, un joven que comparte similitudes con la formación de Paul Auster. Sobre este género literario y algunos de los temas que toca en su narrativa, platicamos en entrevista con el celebrado escritor.—Se ha dicho que esta novela entra en la categoría de “novela de formación”, ¿está de acuerdo con la etiqueta? ¿Qué novelas de este tipo leyó cuando era joven?—Yo mismo he dicho que es una novela de formación, estoy de acuerdo con quien lo dice. Hay cientos de novelas así. La primera que me viene a la mente es ‘Retrato del artista adolescente’ de James Joyce, una muy famosa y muy buena, pero hay muchísimas que llevan al protagonista desde su edad temprana hasta la adulta. Es uno de los grandes temas de la literatura.—En una de las versiones, Ferguson roba algunos libros, ¿qué opina de los robos de libros? Pensando en el alto índice de robos en esta Feria. ¿Alguna vez lo hizo cuando fue joven?—Robar libros es una cosa terrible. Cuando era estudiante en Nueva York, en la Universidad de Columbia, todos robaban libros. Pero editores que sacaban libros muy buenos no pudieron resistir y quebraron su negocio. Los chicos que pensaban que estaba bien hacerlo en realidad estaban destruyendo su acceso a los libros. Es una actividad contraproducente. En cuanto a mi pasado, no hablo al respecto. Algo más, algo divertido: no sé si sea verdad, pero hace unos años leí unos artículos que afirmaban que yo era el autor cuyos libros se robaban más en Nueva York. En las librerías independientes, donde deberían estar mis libros acomodados alfabéticamente (por lo regular después de Jane Austen y antes de Isaak Bábel, buenos autores) decía ‘Para Paul Auster vaya a la caja registradora’. Allí era donde tenían mis libros. ¿Es algo bueno o malo? No lo sé. ¿Quiere decir que tengo lectores apasionados sin dinero? ¿O que atraigo al ánimo criminal?—En otra de las versiones de Ferguson, cuando está decidiendo qué clases tomar, evita las de escritura creativa porque piensa que no se puede enseñar. ¿Usted está de acuerdo en que no puede enseñar a escribir? ¿Quiénes fueron sus maestros, quiénes han sido sus alumnos?—Nunca lo hice, nunca tuve un maestro ni tomé una clase. Creo también lo que dice Ferguson: no se puede enseñar. Pero eso no quiere decir que un joven escritor no necesite tener retroalimentación de alguien. Una o dos personas de confianza, eso es suficiente, creo. Pero más adelante en la vida, cuando tenía unos 38 o 39 acabé como maestro de escritura creativa en la Universidad de Princeton. Necesitaba el dinero, acepté el trabajo. De pronto estaba en una posición donde estaba enseñando algo en lo que no creía… Pero cambié mi sentir sobre todo este proceso, todo esto que ahora es tan popular: los talleres de escritura creativa. Mi conclusión final fue que no ayuda a nadie, pero tampoco hace daño. Pero lo único bueno al respecto es que los estudiantes, cuando se esfuerzan, entienden qué tan duro es escribir bien. Y eso los hace mejores lectores, pero no necesariamente mejores escritores.El domingo al mediodía el escritor estadounidense Paul Auster encabezó la apertura del Salón Literario de la FIL. Raúl Padilla López (presidente de la Feria Internacional del Libro), realizó una breve semblanza antes de la introducción de Elena Ramírez, quien comentó los temas más recurrentes de su obra. Al hablar de sus libros, resaltó el papel de la poesía, el primer género al que se acercó Paul. Frente a más de mil lectores tapatíos, Auster dio lectura a una disertación sobre la obra poética de Poe, su importación a Francia con las traducciones de Charles Baudelaire y la retroalimentación en las influencias de la poesía gala en los versos de autores estadounidenses posteriores a Poe. Con un tono anecdótico, Paul relató detalles de la vida de Poe, pero sobre todo de su muerte y el papel que ha tenido en la literatura de Estados Unidos, con énfasis en la recepción que de su obra han tenido otros poetas y las letras francesas como una influencia en esta literatura. Tras la breve lectura (que fue interrumpida por Paul al sonar un celular) el escritor de “4 3 2 1” recibió la Medalla Carlos Fuentes, colocada por la viuda del escritor mexicano.• Presentación del libro “4 3 2 1” D: Hoy H: 18:30 horas L: Auditorio Juan Rulfo• Paul Auster en el Módulo de Firma de Libros Hoy H: 20:00 horas L: Área Internacional