Ayer domingo el escritor cubano Leonardo Padura abrió el Salón Literario de la FIL Guadalajara, con una conferencia sobre el uso de la historia como punto de partida para la creación de ficciones.Durante la presentación, Raúl Padilla (presidente de la feria) recordó que en la ceremonia también se entrega la Medalla Carlos Fuentes, en este 2020 de manera simbólica por la epidemia. De Padura, Padilla resaltó su labor como narrador, ensayista, guionista y periodista: “Uno de los escritores iberoamericanos más reconocidos”, por “su creatividad, agudeza e ingenio narrativo. Es una mente precisa y crítica a la sociedad en la que vivimos”.De manera remota, la periodista Silvia Lemus -viuda de Carlos Fuentes-, tomó la palabra para enviar un saludo a Padura y esperar a que “en el momento en que las circunstancias lo permitan te haremos entrega de esta medalla, físicamente”. Junto con la FIL, la periodista agradeció a Padura por aceptar el reconocimiento antes de ceder la voz al escritor, quien brindó su charla desde La Habana, Cuba.Padura leyó su ponencia, que comenzó por referir a la pandemia: “Es como si una maldición nos hubiera marcado y entonces la locura se ha desatado. Aunque en algunos momentos la sensatez se ha impuesto”. El autor celebró el Premio Princesa de Asturias a la FIL, felicitando a quienes hacen posible la feria: “Un encuentro de lo mejor de la cultura que hoy hace el hombre”. Leonardo mencionó el honor por recibir la medalla creada para “recordar la obra de uno de los grandes escritores de la lengua y de nuestro tiempo”.Con el título de “La novela en el espejo de la historia”, el autor leyó una disertación sobre el rol que han tenido los hechos históricos como eje de sus ficciones, una característica presente en varias de sus novelas.El novelista cubano comenzó por versar sobre la palabra “quimbombó”, planta típica de la isla e ingrediente de un guiso, “uno de mis manjares favoritos”. El motivo de la cita léxica fue para referir a José María Heredia, personaje histórico sobre el cual ha escrito Padura. Heredia, también “adicto al quimbombó” como lo demuestran sus documentos, vivió en México en el siglo XIX, exiliado de Cuba.“La novela de mi vida” es el libro en el que Padura exploró la figura histórica de Heredia. Su novela se mueve en tres tiempos: la contemporaneidad de Heredia, ese contexto hacia finales del siglo XIX y comienzos de XX y la generación de Padura, de finales del siglo XX.Padura continuó la referencia histórica en su literatura con “El hombre que amaba a los perros”, novela en donde se remite al asesinato de Trotski a manos de Ramón Mercader en México, evocando sus visitas a nuestro país. “Herejes” y “La transparencia del tiempo” son otras de sus novelas que cuentan con referencias históricas.A Leonardo Padura le resta una actividad más en la FIL en su edición virtual: “Las caras de la identidad”, donde conversará con Gonzalo Celorio (viernes 4 de diciembre, 17:00 horas, en www.fil.com.mx).JL