El artista Octavio Abúndez inauguró la pieza “En busca del tiempo perdido” dentro del centro comercial Andares. Alusión al escritor francés Marcel Proust, el título de la obra evoca la rememoración del tiempo en varios sentidos: primero en el aspecto espacial de la obra, al presentar una estructura que desde un punto de vista superior asemeja los números romanos de un reloj. Otra reminiscencia va en el sentido proustiano de los recuerdos detonados por un estímulo, en este caso visual al tratarse de “espejos” que nos reflejan y en los que el entorno tiene un papel lúdico para quienes recorren esta escultura.Abúndez platicó que esta obra surgió de una invitación directa por parte de Andares para crear una escultura que sumara al espacio. Más que un objeto escultórico, la intención fue tener una obra que creara un ambiente. Entre los múltiples significados que toma “En busca del tiempo perdido” está el del esparcimiento que la gente tiene dentro de la plaza, vista como un punto de encuentro para la convivencia y no sólo un lugar de consumo.El material elegido fue un cristal con una capa reflejante, templada para resistir estar a la intemperie. En total son 26 elementos los que conforman la escultura, con 17 íes latinas (I), cuatro equis (X) y cinco ves (V). Si bien algunas esculturas abogan por la posibilidad de la interacción con los espectadores, la interacción en este caso se centra en lo visual, por la reflexión propuesta del material a manera de espejo. Otra interacción es recorrer el espacio entre cada una de las partes de “En busca del tiempo perdido”, donde lo lúdico se multiplica por los reflejos entre cada cristal. El tamaño de cada una de las partes está diseñado para abarcar por completo la figura humana, además de ser una invitación para que la gente se tome fotografías en el lugar. Octavio comentó que también pensó en los niños, quienes pueden recorrer la obra con la sensación de encontrarse dentro de un laberinto.El trabajo de esta obra comenzó en enero: estuvo abierta al público esta semana y permanecerá en el centro comercial por tiempo indefinido. Octavio colaboró con Bonsai —despacho de diseño— para la construcción in situ de la obra. Bonsai también trabajo las propuestas de adecuación del espacio, con la obra rodeada de plantas y el piso de madera. Visualmente, “En busca del tiempo perdido” resalta de maneras diferentes según las distintas iluminaciones, yendo desde la luz natural durante el día hasta la intensa iluminación de los locales con los que colinda durante la noche.Sobre el título y la referencia literaria, Octavio comentó que es una constante en su obra, donde alude a la apropiación de elementos discursivos, entre diálogos de películas o nombres de otras obras.
