A propósito del penúltimo programa de su segunda temporada 2023, la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) ofrecerá este jueves 6 de julio a las 20:30 horas y el próximo domingo 9 en punto de las 12:30 horas en el Teatro Degollado, un programa integrado por tres poemas sinfónicos que relatarán la belleza y el horror de la condición humana. Estos son “Festival del fuego” de Antonio Gomezanda, “Una noche en la árida montaña” de Modest Mussorgsky y “Sinfonía núm. 2” de Aram Khachaturian.Quien llevará la batuta del espectáculo, es el director huésped armenio, David Harutyunyan, quien desde el pasado 15 de mayo dejó de estar al frente de la Orquesta Filarmónica Municipal de Guayaquil en Ecuador. A propósito, EL INFORMADOR conversó con el músico acerca de esta oportunidad de dirigir a la OFJ; esta es su primera vez en Guadalajara.“En esta zona de México es la primera vez, pero sí conozco a los músicos, el mundo es tan pequeño en nuestro arte que siempre nos cruzamos en diferentes países y ciudades. Esta es una orquesta espectacular con muy buenos músicos”, además, destaca que los ensayos han sido muy placenteros, “ha sido todo muy tranquilo, muy satisfactorio y muy agradable. La orquesta ha respondido de una manera impresionante, para mí tiene muy bien ambiente, es muy amigable y colaborativo”.Sobre la percepción que tiene de la OFJ en comparación con otras orquestas internacionales, resalta que la filarmónica de Jalisco ocupa un puesto muy importante en la escala de las orquestas de América Latina, “estoy hablando desde México hasta La Patagonia”. En cuanto al programa que se va a ejecutar este jueves y el próximo domingo, resalta que le gusta y le llama la atención. “La orquesta me propuso tocar la música de mi país natal y yo propuse la segunda sinfonía de Khachaturian”, esto lo hizo en el contexto de que se está celebrando el 120 aniversario del nacimiento del músico armenio. “Se está festejando en todo el mundo, desde Tokio hasta Nueva York. Las orquestas están tocando la música de Khachaturian”.En cuanto a “Una noche en la árida montaña” de Modest Mussorgsky, resalta que también le gusta, aunque el reto para él fue “Festival del fuego” del jalisciense Antonio Gomezanda, “porque yo no tenía ninguna referencia ni grabación, sólo el manuscrito; al principio estaba un poco preocupado, pero después del primer ensayo, yo felicité a todos los mexicanos porque tienen un compositor muy importante, no lo digo para caer bien, es un autor bueno. Esta es una buena obra que debe ser grabada y bien editada, debe ser parte del repertorio de la orquesta, vale la pena, tiene más de 100 años la creación”.Para David enfrentarse a este tipo de retos es “una curiosidad enorme”, expresa. “Yo soy un gran amante de tocar música nueva, no puedo decir que ésta música es moderna porque tiene más de 100 años, aunque suena bastante fresca y novedosa, porque a inicios del siglo XX había mucha experimentación con ritmos e instrumentación. Me encanta comenzar de cero sin tener la referencia para ver hasta qué punto puedo llegar con mis colegas. Siempre hay peligro de dañar, así que hay que ser muy cuidadoso con la partitura que cae a tu atril”. Aunque no sabe si la colaboración con la OFJ continúe, está gratamente sorprendido de que se le haya hecho esta distinción de invitarlo como director huésped.Sobre los futuros planes, resalta que tras el cambio de gobierno en Ecuador, ya no hubo un acuerdo entre las partes involucradas y salió de la Orquesta Filarmónica de Guayaquil, “por lo que ahora estoy en vuelo libre. Hay diferentes ideas y diferentes propuestas. Cuando yo era más joven, agarraba cualquier cosa y decía, ‘¡Vamos!’… pero ahora a mis 57 años, mil veces pienso antes de decir ‘sí’. Quiero hacer el trabajo que a mí me inspire, tengo el derecho y lo he ganado, por 36 años fui director titular sin parar”, finaliza. CT