El autor jalisciense, Antonio Ortuño, desarrolló durante pandemia su nueva novela “Matarratas” (Océano 2021), una historia que lo remonta a su adolescencia, cuando leía a esos autores que a través de la literatura fantástica lo marcaron en su propia visión creativa.“En el encierro de la pandemia y dado que mi agenda cambió drásticamente porque se cancelaron todos los festivales, las ferias y cursos y talleres presenciales, porque se comenzaron a hacer por Zoom, pues decidí aprovechar ese tiempo y avanzar en algo que ni siquiera era un proyecto, era una especie de idea que había tenido revoleteando en la cabeza muchos años, básicamente desde que era un chamaco”, comparte en entrevista para EL INFORMADOR.“Y justo leía este tipo de novelas y de literatura fantástica, leía los cómics de ‘Conan el Bárbaro’ y ‘Sonia La Roja’, así que decidí jugar un poco con esa idea, y de esa combinación de pandemia, nostalgia y un gusto de homenajear a esas lecturas juveniles, pues fue que nació el libro”, comparte.La trama de Ortuño presenta a “Matarratas”, una criminal que vive de su astucia, su agilidad y la efectividad de sus espadas. Un día recibe una encomienda peculiar: encontrar y ajusticiar a un individuo mucho más poderoso y siniestro de lo usual. Y aunque suele trabajar sola, esta vez cambiarán los planes, tendrá que cuidar de “Agua”, la frágil joven que le encargó el asesinato, y además estará acompañada de “Clavo”, un sirviente callado y misterioso que muestra una habilidad inusual y sospechosa con las armas.La paga es demasiado grande para decir que no, pero pronto “Matarratas” entenderá que matar por dinero es más peligroso que nunca cuando están involucrados los ricos, los gobernantes y los dueños secretos de la ciudad.“Es cierto que esas ambiciones que uno tiene de joven se quedan en el tintero porque la vida cotidiana y las obligaciones nos llevan para otros derroteros, para otros lados. Y en este caso en específico, (escribir el libro) no había sido por falta de ganas, sino por una serie de factores en los que nunca escribí nada que tuviera que ver con este tipo de estética, pero se dio el tiempo y la verdad que lo escribí con mucho gusto, me divertí un montón, lo disfruté como loco y espero que para el lector algo de eso se transmita y lo lea como lo que es, una especie de juego literario, pero muy enserio”.“Matarratas” es una antiheroína que rompe con los clichés y estereotipos de la literatura fantástica: “Siempre tuve claro al personaje. Estas historias clásicas de fantasía heroica se centran mucho en tipos musculosos y enormes, así como en los reyes y los nobles, en los héroes estereotípicos, y yo tenía muy claro que me interesaban personajes diferentes, por eso la mayor parte de ellos son gente trabajadora, ‘Matarratas’ es una migrante que surgió de una pobreza extrema”.Sobre qué ha aprendido sobre desarrollar historias para el público juvenil, Antonio resalta que como fue un adolescente que pasaba de libro a libro y se entusiasmaba con la lectura, este proceso de su vida lo marcó mucho. “Entonces, lo que trato es de retener y recrear en estos libros, son esos elementos que a mí me hicieron un adicto a la lectura. Y que no se trata de complacer al 100% a los lectores, porque eso te vuelve condescendiente, y los lectores jóvenes yo creo que quieren ser sorprendidos también”. Otras novelas juveniles que ha escrito son “El rastro” y “El ojo de vidrio”. “Los viajes de Laika” (Océano Travesía) es su segunda obra infantil. Varios de sus libros han sido traducidos a una decena de idiomas.Su agenda en FIL
