La gran apuesta de la actual administración de la Red Nacional de Bibliotecas es crear una “biblioteca central” con dos sedes: la Biblioteca Vasconcelos, que resguardará el acervo del “día a día”, es decir los libros contemporáneos; y la Biblioteca de México José Vasconcelos, que será la depositaria del acervo antiguo. Para ambas habrá un sólo director, un sólo organigrama y un sólo plan operativo.Esa biblioteca central será la punta de una pirámide del libro conformada por las siete mil 454 bibliotecas que tiene la Red Nacional de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura del gobierno federal, y enlazará todas las acciones a favor del fomento a la lectura de toda la red de bibliotecas públicas del país.“Requerimos más que un par de bibliotecas ejemplares como lo son la México y la Vasconcelos; necesitamos una biblioteca que se comprometa con el resto y que se encargue de suministrar información sobre el crecimiento en conjunto. ¿La biblioteca de México hoy lo puede hacer? No, no está preparada, ¿la Biblioteca Vasconcelos lo lograría? Menos aún”, señaló Marx Arriaga, director general de Bibliotecas de la Secretaría de Cultural al presentar la Estrategia de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas.Arriaga informó sobre la nueva organización de la red de bibliotecas, y anunció que José Mariano Leyva será el encargado de dirigir las dos sedes de la biblioteca central. Dos sedes que, dijo, se complementan, pues la México tiene la estructura organizacional y la Vasconcelos, “a pesar de sus deficiencias”, funcionaba con su programa.