Uno de los géneros musicales más sofisticados y elegantes en el ámbito sonoro contemporáneo es el jazz, el cual tiene un público creciente y cautivo en Estados Unidos, pero en México también hay un desarrollo constante, y Guadalajara es una de las metrópolis donde este movimiento tiene cabida a través de exponentes como el baterista Archie Salcedo y el pianista Willy Zavala, con quienes EL INFORMADOR conversó para conocer cómo se sigue desarrollando la escena en la Perla Tapatía.Como contexto, recuerda Archie, quien es originario de la Ciudad de México, pero radicado en Guadalajara con más de 30 años de trayectoria como músico, que el jazz es un movimiento que comenzó a partir de los inmigrantes que llegaron al puerto de Nueva Orleans en Luisiana, Estados Unidos: “Los orígenes son afroamericanos completamente”, destaca además que el género comenzó a tomar tal popularidad que se movió a Chicago y Nueva York a partir de los años 30 y 40.“El movimiento del bebop empezó a generarse a finales de los años 40 y fue como retomar las raíces afroamericanas con Charlie Parker y Thelonious Monk, entre otros, quienes comenzaron a tocar en clubes pequeños, esto es después de la Segunda Guerra Mundial donde ya no había la capacidad de pagarle a las Big Bands como la de Glenn Miller o la de Duke Ellington”.Reitera Archie que entonces en ese momento el jazz se transformó en lo que ahora se conoce como el bebop donde se comenzó a etiquetar como música intelectual, donde ya no se bailaba, sino que ahora sólo se escuchaba.También acota que en nuestro país hay manifestaciones en varias ciudades, por ejemplo en la Ciudad de México, “la cual es la punta de lanza porque es donde emerge todo y donde se juntan músicos de otros países, hay chilenos, argentinos y brasileños que participan en el movimiento cultural del jazz. Aquí en Guadalajara también (hay escena) aunque en menor escala, al igual que en los Estados de Monterrey o Veracruz, que por ejemplo, está siendo un semillero de nuevas generaciones que están tocando jazz. Y para nuestra sorpresa, Chiapas también está siendo un semillero bastante importante, las escuelas están empezando a enseñarlo como parte de la cultura musical general, porque antes sólo enseñaban música regional o del siglo XVI”.Específicamente en Guadalajara, resalta Archie que son máximo cuatro lugares donde se puede escuchar este tipo de música como Primer Piso, al cual califica como el más relevante en representar la escena con 15 años de trayectoria, pero también destaca al Centro Cultural Breton, Cafetal 97 y Escarabajo Scratch, así como algunos restaurantes “que de manera esporádica te permiten ir a tocar en algún evento especial”.Sin embargo, resalta que el movimiento underground persiste porque hay chavos que toman las calles para ponerse a tocar: “En Guadalajara está el andador Coronilla donde se juntan músicos para tocar por el placer de hacerlo y eso sucede cada miércoles o jueves, así que tratan de mantener vivo el lenguaje del jazz”.Willy Zavala, por su parte, refiere que la escena de jazz en la ciudad es diversa: “No es como que todo está súper en forma, pero sí hay bastantes artistas”, sin embargo, refiere que en este momento no hay un núcleo tan creativo como en otros años. “Está divagando bastante la música porque además, los foros donde se toca no son lo más óptimo, tanto monetariamente como en infraestructura, de repente te va un poco mejor si viajas a festivales. Lo que está bueno en la ciudad es lo que hace el Conjunto Santander que trae artistas de fuera y cosas locales que también se hacen ahí, en cuestión de clubes de jazz está Primer Piso que se mantiene con bandas de jazz y hay algunos otros foros que también meten jazz”.Expresa Zavala que si alguien de Guadalajara como músico quiere desarrollarse en el jazz, tiene que comenzar a ejecutar su proyecto pensando en darle cabida en otros foros y contextos, que aquí en Guadalajara, “que aunque hay movimiento, no está como debe de ser”.En cuanto a cómo ha avanzado el género a nivel internacional, refiere que hay aspectos que se han quedado estancados con el mismo sonido, “por ejemplo, el jazz de Nueva York que ya tiene toda la vida y que resurgió a finales de los años 90 con un auge del sonido tradicional y tendencias más modernas, pero siento que está un poco estancado en ese nivel, pero también hay otras ramas donde hay fusiones del hip hop con el jazz o el R&B con el jazz y otros tipos de tendencias más modernas”. Entre los representantes locales del jazz que están trabajando por y para la escena, además de Archie y Willy, también resaltan nombres como la banda Troker que ahora ha tenido más presencia fuera de México y Guadalajara, también están presentes Marc Fabbricatore, Edmundo Pérez, Marcos Toledo y la Big Band de Klaus Mayer. Además, también reluce el nombre de Carlitos de la Torre como uno los pioneros del movimiento en Jalisco, quien le diera mucha relevancia al café Copenhague: “El murió hace ya casi 15 años, pero las generaciones que siguieron de él son por ejemplo Willy Zavala y un pianista francés que ya lleva muchos años en Guadalajara y que se llama Marc Fabbricatore”, recuerda Archie. Así también están: San Juan Project y Sara Valenzuela, quien el 20 de junio se presentará en la Sala 3 del Conjunto Santander, a las 21:00 horas, donde interpretará su cuarto álbum de estudio “4”. El movimiento en Guadalajara ha tenido eventos importantes como el Festival Tónica el cual se realizó al menos por una década, “pero se quitó el subsidio del gobierno y hubo complicaciones para seguir haciéndolo, pero siempre hay algunas áreas en los eventos culturales que tratan de impulsar al jazz, pero es muy poco, no hay mucho apoyo en cuanto a la Secretaría de Cultura o con estas organizaciones que hacen eventos a nivel popular”, refiere Archie Salcedo.Al preguntarle si entre músicos tienen algún gremio o si se juntan para armar proyectos, refiere que más que unirse a nivel sindical, buscan generar espacios: “Mandamos propuestas a lugares donde vemos que tienen más o menos el perfil y ofrecemos música. Digamos que este fenómeno se da en participación con los locatarios, quienes muchos sí acceden y otros prueban a ver si jala, y si no, no. Pero no es una organización formal, todo es casual, se puede decir que estamos desperdigados todos y dependiendo nos organizamos un poquito”.Por su parte, Willy Zavala expresa que sí ha visto interés por parte de los músicos nuevos de explorar en el jazz: “También he visto a músicos clásicos que son muy jóvenes y les interesa mucho entrar al mundo del jazz. En Guadalajara he visto a chicos adolescentes que ya están haciendo música de jazz con sus tríos y eso es algo que no se veía antes”.Willy también ofrece clases particulares y participa en workshops, tiene toda una vida dedicada a la música, pero enfocado en el jazz tiene aproximadamente 25 años, además acaba de lanzar su sencillo “Reminiscences”. Antonio Malacara, autor del libro “Atlas del Jazz en México”, quien también ha escrito otros textos sobre el género, destaca que el jazz a nivel nacional “tiene excelente salud a nivel de propuestas musicales. Es decir, los músicos hacen su tarea con propuestas de nivel internacional. El jazz que se hace en México tiene una factura además de muy buena y estética, unas propuestas muy originales, las cuales hacen enlaces con los sonidos tradicionales, étnicos y mestizos de las diferentes zonas de México a través de la gramática jazzística. Entonces, se desprende de eso una música contemporánea muy original y muy bien hecha”.Resalta que si bien ningún jazzista mexicano ha sido tan famoso como Agustín Lara o Toña La Negra, los que están son muy respetados. Además, refiere que en el jazz global hay gente del país haciendo gran trabajo en el extranjero: “Solamente en Europa, tengo registrados más de 30 jazzistas mexicanos trabajando ahí y algunos a nivel estelar”, recuerda por ejemplo a Víctor Mendoza y Gerry López.“Pero la gran bronca de nuestro país es que algunos tienen que emigrar a Estados Unidos o Europa para poder hacer una carrera más o menos decente y otros tienen que ser heroicos para continuar tocando, no existen los apoyos mínimamente necesarios en nuestro país. Entonces, los músicos tienen que hacer milagros para seguir existiendo, son raros los músicos de jazz en México que se dedican exclusivamente a él, tienen que estar dando clases de música algunos para seguir adelante”. Antonio se encuentra desarrollando una enciclopedia del jazz de cinco tomos, está por publicar el tercero, reiterando que la escena de jazz está muy viva en la República Mexicana. CT