
“El sentimiento es indescriptible”: Patricia Urzúa
La gestora cultural y ex directora del Museo de la Ciudad será reconocida hoy por su trayectoria de casi cuatro décadas

La gestora cultural posa desde las instalaciones del Museo de la Ciudad. EL INFORMADOR/ H. Figueroa
El día de mañana, la Dirección de Cultura de Guadalajara rendirá un homenaje a Patricia Urzúa, gestora cultural y ex directora del Museo de la Ciudad, en el mismo recinto que encabezó hasta la administración pasada.
Con una trayectoria de casi cuatro décadas, Urzúa ha sido una figura clave en la promoción y desarrollo de la vida cultural tapatía en instituciones como el Museo de Arte Raúl Anguiano (MURA) y el Centro Cultural Beckmann, en Tequila.
Al hablar sobre el homenaje, Patricia Urzúa confiesa para EL INFORMADOR, que lo recibe con una mezcla de sentimientos. “Son varias emociones. Es un gran agradecimiento para el director de Cultura de Guadalajara (Carlos González) que me haya coordinado este homenaje, así como a su equipo de trabajo y a la directora del museo, Andrea Lavica, por apoyarlo. Las emociones son encontradas: hay alegría, emoción y también susto. Cuando ves hacia atrás y revisas todo lo que hiciste desde que empezaste a trabajar en museos, te das cuenta de que sí hay un camino construido. Muchas veces te reconoces a ti misma, pero cuando el reconocimiento viene de la comunidad cultural, el sentimiento es indescriptible”.
A lo largo de su carrera, Urzúa ha impulsado proyectos que han impactado distintos espacios culturales. Desde la gestión de exposiciones hasta la ampliación de recintos, su labor ha sido fundamental en la evolución de la oferta museística de la ciudad.
Un camino de aprendizaje
El trayecto de Patricia Urzúa comenzó en el Museo Regional de Guadalajara, donde trabajó como voluntaria ofreciendo visitas guiadas.
“Antes, en el Museo Regional no había guías para visitantes, sólo para escolares. Nos dimos a la tarea de hacer recorridos y conformamos una sociedad de amigos del museo. Yo practicaba la gestión cultural sin saber que así se llamaba.
Años después, con los diplomados de CONACULTA, entendí la importancia de la teoría detrás de lo que hacía. Trabajé con personas clave como Fernando Gamboa, en Ciudad de México, y Eugenio Sisto, quien dirigía el Museo Franz Mayer cuando se inauguró. Ellos me apoyaron para llevar exposiciones al Museo Regional y fue así como comencé mi camino en la gestión”.
Con el tiempo, la gestión cultural se profesionalizó y adquirió mayor reconocimiento, permitiendo que proyectos como los que Urzúa impulsó fueran más viables y sostenibles.
El reto de atraer público a los museos
Uno de los mayores desafíos en su carrera fue fomentar el hábito de visitar museos entre la población, señala.
“Era difícil. Trabajamos mucho en difusión, organizando visitas guiadas y buscando financiamiento. Antes, los bancos apoyaban con la impresión de catálogos, pero con los cambios económicos esto se perdió. A pesar de eso, los artistas crecieron y fue necesario adaptar los espacios museísticos para atraer público joven. En el Museo de la Ciudad, un museo de historia podía volverse estático, así que había que generar movimiento. Invitamos a artistas en ascenso y ahora muchos tienen reconocimiento internacional, como los integrantes del colectivo Sector Reforma o Israel Martínez. También hubo un auge de galerías que, aunque después se detuvo, hoy ha resurgido con fuerza”.
Transformación del Museo de la Ciudad
Como directora del Museo de la Ciudad, Urzúa priorizó gestionar su expansión y restauración.
“Cuando asumí la dirección, se hablaba de crecer el museo, que sólo tenía salas permanentes. Logré recursos federales, estatales y municipales para anexar una finca aledaña, creando tres salas más, un patio y un elevador. La restauración fue un proceso minucioso, supervisado por el arquitecto Alejandro Canales y coordinado con el INAH. También se atendieron problemas estructurales: termitas, humedad, salitre y drenajes en mal estado. En mi última etapa, con apoyo del entonces alcalde Pablo Lemus, conseguimos restaurar completamente el edificio del siglo XVIII. Me apresuré para dejar el museo en condiciones impecables antes de mi salida”.
Hoy, la nueva directora, Andrea Lavica, da continuidad al mantenimiento del recinto, asegurando que la labor realizada por Urzúa perdure.
Nuevos proyectos en el horizonte
A pesar del homenaje, Patricia Urzúa no considera que su camino en la gestión cultural haya terminado.
“Yo no paro. Este reconocimiento me da energía para seguir adelante. Estoy trabajando en un proyecto de restauración con Miriam Limón (Escuela de Conservación y Restauración de Occidente), Beatriz Bastarrica (UdeG) e Hilda Monraz (El Colegio de Jalisco). También estoy coordinando la creación de un museo en un municipio hermoso. No puedo dar detalles aún, porque el anuncio le corresponde a su presidente municipal, pero estoy muy entusiasmada. Pensé que me iba a dedicar a regar plantas, pero tengo nuevos proyectos por realizar”.
CT
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