El Museo Cabañas continúa con la celebración por el Centenario del Muralismo Mexicano, y este sábado 24 de septiembre inaugura la exposición “David Alfaro Siqueiros. La construcción de lo público”, en colaboración con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), la Sala de Arte Público en la Ciudad de México y La Tallera, para mostrar cómo los procedimientos constructivos o geométricos fueron para el artista mexicano la piedra angular para la consolidación de una propuesta pictórica cimentada en la función pública del arte.La muestra, que fue previamente presentada en el Complejo Cultural de Los Pinos en la Ciudad de México a fines de 2021, está integrada por 34 obras (pinturas de caballete, escultopinturas, bocetos y maqueta); 73 piezas (fotografías, documentos y material hemerográfico) y un material de audio; curada por Willy Kautz, Mónica Montes y Joel Pérez, la muestra toma como punto de partida el “Retrato del sastre W. Kennedy” (ca. 1919), dibujo realizado en París por Siqueiros. En entrevista con EL INFORMADOR, Willy Kautz —uno de los curadores— destaca que la muestra “es una revisión de cómo Siqueiros, a través de los estudios geométricos, hace una propuesta de arte público que integra la pintura, la escultura y la arquitectura. Esta propuesta, es el desarrollo de un estudio geométrico de los espacios para crear la integración plástica entre las tres disciplinas”.Ahora bien, estas reflexiones no están exentas de estar, nos dice el curador, “vinculadas a lo político; porque él está intentando construir una propuesta de arte público, y lo público es lo político, la construcción de un arte político (que es algo intrínseco al título). Ahí lo constructivo refiere a lo geométrico y público a lo político”.Lo anterior, reviste características complejas, dada la situación nada estable en el país, y Kautz detalla que “Siqueiros fue militar, participó en la Revolución y, claro, es sumamente político, un activista que participa activamente en una convulsa época de transformaciones sociales. Y también forma parte de una generación de artistas que, de manera consecuente con los procesos que la Revolución pone en marcha, se dan a la tarea de crear un arte igual de consecuente, lo que es un arte político. Si el muralismo es un arte público, participa de las transformaciones políticas de la primera mitad del siglo XX”. Por otra parte, comenta el curador, en cuanto a la colaboración curatorial, esta muestra es producto de “de investigaciones que estábamos realizando durante la pandemia, revisando estos acervos; luego la Sala de Arte Público —donde se resguarda obra de Siqueiros— entró en periodo de renovación de sus espacios como parte del proyecto ‘Chapultepec: naturaleza y cultura’; y nosotros trasladamos el acervo plástico y documental a Los Pinos, donde se prestó espacio para almacenamiento y para preparar esta exposición, de carácter histórico y revisionista, enfocada en una faceta poco estudiada de la obra de Siqueiros”.Así, enfocada en obras producidas de la década de los veinte a la de los cincuenta, Kautz refiere que este periodo es “fundamental para poner en marcha lo que llamó Caja Plástica o Plástica Fílmica, y la poliangularidad, estos espacios inmersivos donde la pintura se vuelve una narración política, capaz de transformar la visión y formar al espectador, un arte que tiene un carácter documental, histórico y propagandístico”. Siqueiros es tal vez “el menos revisado” de los tres grandes muralistas mexicanos (Orozco, Rivera, Siqueiros), el curador indica que eso pasa “quizá porque era un agitador, estuvo en la cárcel varias veces y en algunas etapas de su vida dejó de hacer murales por cuestiones políticas. Es una figura controvertida, sin duda. Pero también polemizaba mucho con otros artistas; a lo que se agrega que su propuesta de trabajo era más compleja, intenta un arte público pero es a la vez muy experimental”, apunta el curador. De esta forma, para comprender la labor de Siqueiros hay que entender, asegura Kautz, “todo el desarrollo geométrico detrás, y la relación de la pintura como arte ligado a los espacios arquitectónicos. Y aquí nos enfocamos en tres conceptos: la geometría y poliangularidad, la caja plástica y la plástica fílmica. Siqueiros es un mundo, y muy complejo”. De hecho, continúa el especialista, su programa de acción artístico-revolucionaria se centraba en la frase: “No puede haber un arte revolucionario con técnicas tradicionales”; así se lanza a explorar “nuevos materiales, pues el arte debía hermanarse con la ciencia, ser innovador, y hacer uso de nuevas técnicas. Él pensó la pintura en términos cinematográficos, como producto de la transformación del arte público. Yo creo vivimos ahora un interés renovado por la obra de Siqueiros, y esta exposición es parte de ello”. CT